El brote del virus del Ébola en África Occidental se ha cobrado la vida de 16 adventistas, anunció el sábado un directivo de la iglesia.
“La gente está sufriendo”, dijo James Golay, presidente de la Unión Misión de África Occidental, al hablar desde Liberia a una pantalla de video proyectada a cientos de líderes de la iglesia reunidos en la sede central de la denominación para el Concilio Anual 2014.
Golay debería haber asistido al encuentro, pero decidió permanecer en Liberia. Las organizaciones de salud y los líderes de la iglesia mundial están animando a la gente a que limite sus traslados hacia y desde África Occidental, preocupados por la enfermedad infecciosa de rápido avance, que ya ha cobrado la vida de más de cuatro mil personas.
El Ébola fue motivo de una oración especial durante el culto de adoración del sábado de mañana, que estuvo a cargo de Ted N. C. Wilson, presidente de la denominación.
“Hoy tenemos una oportunidad especial, que es la de orar, en nombre de nuestros hermanos y hermanas de África Occidental, pidiendo que Dios interceda e interrumpa esta terrible epidemia de Ébola, dijo Wilson a los más de cuatrocientos presentes en el auditorio. “Pedimos a la iglesia mundial que ore en el día de hoy, y que no deje de orar”.
Wilson, quien hace años trabajó durante nueve años en África Occidental, dijo que los 33 mil adventistas de Guinea, Sierra Leona y Liberia están enfrentando “dificultades increíbles”.
Se volvió entonces a la pantalla de video, donde el pastor Golay explicó que los miembros de iglesia están sufriendo no solo porque algunos han contraído Ébola, sino por los efectos de la enfermedad sobre la comunión cristiana, dado que los adventistas ahora evitan darse la mano y abrazarse, algo que acostumbraban hacer.
En el atestado auditorio de la Asociación General, Israel Leito, presidente de la División Interamericana de la Iglesia Adventista, pidió a Dios que dé valor a los obreros ministeriales de África Occidental.
“Padre, pienso en los pastores que no pueden abandonar sus rebaños, que no pueden retraerse de la arremetida del Ébola”, oró Leito. “Necesitan seguir visitando, seguir enterrando a los muertos, seguir consolando a los enfermos”.
Leito concluyó diciendo: “Ayúdanos a recordar que no deberíamos esperar a una crisis para buscarte, sino estar conectados contigo en toda ocasión y momento”.
El brote del Ébola en África Occidental es el brote más grande y complejo de Ébola desde que se descubrió la enfermedad en África Central en 1976, cuando se cree que animales transmitieron el virus a los seres humanos. Se cree que el brote actual, que tiene un índice de muertes de alrededor del cincuenta por ciento, comenzó en Guinea a fines de diciembre, y de allí se ha esparcido a Sierra Leona, Liberia y otros países.
El virus se esparce entre los seres humanos por contacto directo, como por ejemplo, por una herida en la piel o en las membranas mucosas; la sangre y las secreciones; y el contacto con superficies contaminadas con tales fluidos.
A pesar de su rápido avance, el Ébola se puede prevenir si se lavan las manos en forma habitual y se usa un equipo personal de protección.
Wilson dijo que la iglesia ha tomado medidas para responder a la crisis.
“Hay muchas actividades en curso para atender a la gente de África Occidental, por medio de ADRA, de nuestra iglesia, y queremos presentar ante Dios en el día de hoy a la población en general”, dijo Wilson, “y la maravillosa obra que se está llevando a cabo en nombre del Señor”.
En agosto pasado, el doctor Peter Landless, director del departamento de Ministerios de Salud de la Iglesia Adventista mundial, instó a los empleados y miembros de la iglesia para que evitaran viajar hacia y desde las naciones afectadas por la epidemia.
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales reaccionó ante la crisis con decenas de miles de dólares de diversos artículos y equipos.
En sociedad con la Universidad de Loma Linda, Adventist Health International y Global Medic, ADRA está proveyendo de diversos artículos al Hospital Adventista Cooper, en la ciudad de Monrovia, a Liberia y al Ministerio de Salud de ese país por 92 mil dólares. Entre los suministros que está brindándoles se encuentran 60 mil guantes de vinilo; 38 mil máscaras faciales; 3200 batas de aislamiento y 600 monos desechables.
El Hospital Cooper, donde fallecieron tres personas, ha cerrado momentáneamente durante tres semanas, el período de cuarentena. Otra institución médica de África Occidental, el Hospital Adventista Waterloo, también cerró sus puertas, después de que varios miembros de su personal contrajeron el virus en la comunidad. Cuando se reabra, será una clínica administrada por el gobierno para tratar el Ébola.
Además de ello, ADRA Sierra Leona está brindando servicios de consejería para las víctimas; la capacitación del personal y los voluntarios; y una campaña de educación pública que incluye información para la prevención del Ébola por medio de folletos, pósteres y programas de televisión.