El 27 de enero de 2024, Ministerio de la Mujer realizó una vigilia en nuestra querida iglesia de Guinardó (Barcelona), cuyo tema fue «Camino a la consagración».
La vigilia comenzó a las 22:00 horas, con un pequeño grupo de hermanos. A las 00:00h, aproximadamente, la iglesia estaba mucho más completa. Se veía hermosa con tantas almas con el anhelo de tener un encuentro especial con nuestro Padre celestial.
El programa, variado y con muchos mensajes breves, fue dirigido por cada ministerio que participó. Hubo himnos, oración, y partes especiales.
Disfrutamos también de los cantos de los niños, oraciones, y dinámicas como, por ejemplo, la que realizamos para orar en parejas. Al entrar dimos a cada hermano y hermana un número de un color, y luego tenían que buscar al que tuviera el mismo número y color. Una vez todos con sus parejas, debían orar juntos.
Las horas avanzaban y todos estábamos entusiasmados con lo que allí estábamos viviendo. Éramos alrededor de 100 personas. Por supuesto, tuvimos algunos momentos de descanso. En esos instantes, hermanitas con el don del servicio estaban afuera con todo preparado para que los hermanos disfrutaran de una merienda y agua de linaza.
Estábamos gozosos por todo lo que allí se estaba presentando: la palabra de Dios, partes especiales, testimonios, etc.
En el transcurso de la velada se hizo una segunda merienda y refrigerio, ya que a esa hora se fueron a algunas personas que debían asistir a su trabajo.
Diálogo sobre los matrimonios
Alrededor de las 4:00 h de la madrugada se hizo una actividad especial. Se les pidió a los hombres que salieran, y de ellos se encargó un hermano para abrir un diálogo sobre los matrimonios. Allí estaban, en el lugar alto del templo. Mientras tanto, nosotras, abajo, nos repartimos unos corazones de color negro… los cuales cambiábamos por blancos, que estaban en una cruz. Cada una sacaba el blanco y colocaba el negro, con todo lo malo que podía haber en él, y hacíamos una oración. Fue conmovedor escuchar, con llanto y aflicción de espíritu, cuando se oraba y ponían el corazón negro allí. Oramos por salud; por los hijos fuera de la iglesia; por matrimonios rotos; por cosas que queremos que Dios cambie y por los corazones de familiares, entre otras cosas.
Fue una experiencia que no se puede expresar con palabras. Hay que vivirla.
Alrededor de las 5:00h de la mañana se pidió la participación voluntaria de alguien que quisiera relatar alguna experiencia. Un hermano expresó lo gozoso que se encontraba y que no tenía nada de cansancio ni sueño. Sentía felicidad y gozo en su corazón. También participo una joven. Su padre había fallecido de una enfermedad. Dijo: «yo y toda mi familia no aceptábamos la muerte de mi padre y me hacía muchas preguntas. Mi padre no era cristiano». Pero el pastor le comentó que cuando lo ungió, su padre aceptó a Jesús en su vida. Ella explicaba que ahora sentía paz en su corazón.
Esta vigilia en nuestra iglesia de Guinardó, fue reconfortante y una experiencia inolvidable.
Espero que tú también experimentes el gozo de estar en un lugar donde se puede sentir la presencia de Dios a través de su Santo Espíritu.
Al finalizar nos separamos, en un rincón de nuestra iglesia de Guinardó, todos los matrimonios y el pastor oró con nosotros.
Después, un excelente desayuno nos esperaba arriba, en el aposento alto, con frutas y muchas otras delicias que trajeron las hermanas y los hermanos.
Deseo de todo corazón que esta experiencia no se vaya de nosotros y que podamos sentir en cada minuto de nuestras vidas, sobre todo cuando estemos en aflicción, estos maravillosos momentos con Dios. Vive también tu experiencia en este camino a la consagración.
¡Bendiciones! ¡Gracias, Dios amado!
Autora: Estefanía Rodríguez, directora del Ministerio de la Mujer de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Barcelona-Guinardó
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