El sábado 3 de noviembre ocurrió algo maravilloso en la iglesia de Valladolid, y nos sentimos en la “obligación” de compartirlo con todos vosotros. Os pongo en antecedentes.
Una directiva joven de dos
Varios meses atrás, al equipo de jóvenes se le ocurrió la idea de tener un sábado joven de distrito en su iglesia. Hasta aquí todo os parecerá normal. Ahora tengamos en cuenta que ese equipo está formado por una directora y una subdirectora. Ellas son todo el equipo, y a la vez los jóvenes que tienen...Triste, ¿verdad? Sin embargo no dejan de trabajar, y soñar con hacer cosas. Por eso, en pocos meses comenzaron a venir dos chicas más de forma eventual.
Con motivo de la ordenación de su pastor, estas dos chicas de la directiva de jóvenes vieron su iglesia llena con muchos jóvenes de la zona. Creció la ilusión y empezaron así a trabajar sobre la idea de ese sábado joven. Ya no era solo un sueño. De modo que se pusieron en contacto con las iglesias, que están a más de 100 km. entre sí, y sorprendentemente éstas apoyaron, y confirmaron, su asistencia de forma masiva. ¡Increíble!.
La iglesia se vuelca el reto
Esto era todo un reto para estas dos jóvenes. Además querían adecuar su iglesia para el evento dándole un aire más joven. Y ahí comenzó la gran aventura. Empezaron a transformar un poco su iglesia con ayuda de los hermanos. Alguno hasta donó dinero para amueblar la cocina, otros para pintura y ayudando en las tareas de cambio. ¡Qué bendita realidad! La iglesia unida trabajando en un proyecto así.
Y llegó el esperado día…¡Qué felicidad!
“Tiempo para Jesús”
Vinieron jóvenes hasta de otra iglesia fuera de la zona. Os cuento, de Burgos, más de treinta (¡hasta cerraron la iglesia!), de León, cuatro coches; de Salamanca un autocar pequeño, unos veinticinco y de Palencia todos. Tenemos que tener en cuenta que son iglesias pequeñas y distantes entre sí.
Fue un sábado maravilloso, como os dije al principio. El tema que propusieron era “Tiempo para Jesús”. Y vaya si disfrutamos de ese tiempo. Empezamos con un programa de Escuela sabática muy familiar. La Escuela sabática, dirigida por varios líderes, en grupos. Después culto joven y cantos, muchos cantos, preciosos.
Como guinda, una comida para abundante con la que disfrutamos mucho, un grato paseo por la bonita ciudad de Valladolid y un ameno programa de tarde.
La separación
Se hizo difícil la separación. No podía haber sido un sábado mejor, hasta el tiempo nos acompañó. Sentimos la presencia del Espíritu Santo entre nosotros, y eso no sé quedó en un solo día.
Todos, los jóvenes y menos jóvenes, se comprometieron a volver a reunirse y, sobre todo, a esforzarse para tener su propio tiempo con Jesús.
Creo que esta actividad era algo que debía compartir con todos vosotros. Tenemos iglesias pequeñas, con pocos jóvenes, pero estos pocos jóvenes trabajan mucho y desean sentirse unidos entre sí y sobre todo con Jesús. Los jóvenes son una gran bendición para cualquier iglesia, pero para las pequeñas mucho más, porque a pesar de ser pocos, quieren trabajar y eso hace que los adultos se esfuercen por ayudarles.
Os pedimos que sigáis orando por los jóvenes de todas nuestras iglesias, y cuidando de ellos.
Info y fotos: Ana M. Cruz. Corresponsal de la iglesia de Valladolid