El domingo 9 de febrero de 2025 se llevó a cabo, en las instalaciones de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de A Coruña, un taller de bordado en prendas de lana abierto a toda la comunidad. Su objetivo, fortalecer el tejido social de la comunidad y dar a conocer la labor de la Iglesia Adventista en la zona.
El evento, que comenzó a las 10 de la mañana, reunió a 23 mujeres –desde adolescentes hasta personas de la tercera edad– quienes, motivadas por el deseo de aprender nuevas técnicas y reavivar el encanto de prendas olvidadas, se dieron cita en un ambiente cálido y de fraternidad.
La actividad, liderada por Begoña G., profesora de costura y bordado, y apoyada en todo momento por las experimentadas Tiziana G. y Daniela L., se desarrolló durante tres intensas y creativas horas en las que cada puntada fue un paso hacia el reencuentro con la tradición y el fortalecimiento de lazos comunitarios.
Desde el primer momento, la organización del taller se enfocó en cumplir con dos objetivos fundamentales: Por un lado, se propuso dotar a los asistentes de las habilidades necesarias para personalizar y transformar prendas de lana, recuperando incluso aquellos viejos jerséis relegados al fondo del armario. Por otro, se pretendía fomentar la creación de vínculos afectivos y la amistad entre las participantes, destacando los múltiples beneficios que ofrece el bordado a mano para la salud mental y el bienestar. Así, la actividad se convirtió en un espacio para reducir el estrés, expresar la creatividad y disfrutar de un momento de tranquilidad en compañía de personas afines.
Interés y demanda del curso
El proceso comenzó con la apertura de inscripciones, que en poco tiempo se completaron debido al limitado cupo disponible. La respuesta entusiasta evidenció el interés y la demanda de espacios donde la manualidad se combine con el aprendizaje y la convivencia.
La jornada arrancó puntualmente, y las participantes se reunieron en un salón acondicionador, decorado de manera sencilla, pero acogedora, donde la luz natural y la ambientación generaron el marco perfecto para dejar fluir la creatividad.
Begoña, con su característico carisma y dominio en las técnicas de costura y bordado, inició la sesión explicando de manera clara y didáctica cada uno de los pasos necesarios para transformar una prenda común en una pieza única y personal. Su metodología, basada en el compartir conocimientos y en la práctica guiada, permitió que incluso aquellas que no tenían experiencia previa se sintieran seguras y motivadas a probar nuevas técnicas.
La presencia de Tiziana y Daniela, quienes complementaron las explicaciones con consejos prácticos y soluciones a las dudas que surgían durante el taller, fue fundamental para crear un ambiente de apoyo mutuo y aprendizaje colaborativo.
Durante el desarrollo de la actividad, destacó la importancia de rescatarnos de la inmediatez de la vida diaria para dedicar tiempo a actividades que nos conectan con nuestras raíces culturales y personales. Cada participante se entregó al proceso creativo, experimentando con diferentes diseños y combinaciones de hilos, colores y puntadas. El resultado no solo fue visible en las prendas terminadas, sino también en las expresiones de satisfacción y alegría que se reflejaban en los rostros de las asistentes.
Oportunidad de compartir experiencias y conocimiento
Al ver cómo cada diseño evolucionaba puntada tras puntada, se evidenciaba el poder transformador del bordado, capaz de reinventar no solo una prenda, sino también el ánimo y la autoestima de quienes se atreven a explorar su creatividad.
Otro aspecto destacado del taller fue la oportunidad de compartir experiencias y conocimientos. Muchas de las asistentes eran amigas o familiares que ya habían participado en anteriores talleres de bordado, lo que facilitó un ambiente de camaradería y complicidad. Las historias compartidas, anécdotas de aprendizajes pasados y consejos prácticos se entrelazaron con el tejido de cada prenda, generando un sentimiento de pertenencia y la firme convicción de que aprender unas de otras es tan valioso como la técnica misma.
El éxito del taller no se mide únicamente por el acabado de las obras o la calidad técnica de los bordados, sino también por la alegría y el bienestar que se experimentaron durante la jornada.
Las participantes manifestaron su satisfacción y entusiasmo, subrayando la importancia de actividades como esta para fortalecer el tejido social de la comunidad y para dar a conocer la labor de la Iglesia Adventista en A Coruña. Con este taller se ha evidenciado que la unión de la creatividad, la dedicación y el compañerismo puede generar espacios de transformación tanto en lo material como en lo espiritual.
La experiencia vivida este domingo no solo renovó prendas, sino que reafirmó el compromiso de la comunidad por aprender, compartir y crecer junta, llevando el mensaje de unión y solidaridad más allá de las paredes de la iglesia.
Autor: Diego Fernando Angulo Castro, pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.