El sábado 8 de junio de 2024, la Escuela Sabática Infantil presentó el sermón. Fueron los niños quienes nos deleitaron con su culto.
Poco a poco nos vamos acostumbrando a aceptar que los jóvenes son el presente de la iglesia. Siempre se veía a los menores como el futuro, pero el «mañana» de nuestra juventud se ha transformado en el presente. Los adultos que veíamos a los jóvenes como el «futuro», nos hemos transformado en los viejos del presente y son aquellos jóvenes, hechos adultos, quienes han recogido la antorcha y gestionan el presente.
En el pasado, los infantes aparecían como un añadido a los programas especiales. En el presente forman parte de la actividad habitual de la iglesia. De ellos es también la adoración, el culto, la dedicación y la predicación del evangelio. Cuando se presenta un bebé al Señor, deseamos todos que siga en las pisadas del Maestro y nos responsabilizamos a colaborar en su educación social y religiosa. Eso incluye incorporarlo al culto divino como parte de esa ofrenda semanal que le presentamos a nuestro Dios.
Sermones que les ayudan a crecer en Cristo
Es por eso que, el Departamento de Escuela Sabática Infantil nos presentó la reflexión espiritual del sábado. La sinceridad, espontaneidad y simpatía que solo los niños poseen hizo del sermón un manjar sabroso y alimenticio para todos nosotros. No en vano dijo Jesús que, si no nos volvemos como uno de ellos, perderemos nuestra opción de entrar en su reino.
Conceptos como el agradecimiento, la colaboración, el interés en los otros, la gestión de nuestra vida, fueron presentadas de forma comprensible, llana y directa. Ninguno de nosotros quedó neutral ante sus exposiciones.
Agradecemos a las maestras del Departamento Local y Nacional, por su dirección, a los padres por su apoyo y a cada uno de los miembros de iglesia por valorar el potencial que los niños y jóvenes del presente poseen para la predicación del evangelio. Sigamos formándoles para que puedan continuar creciendo en Cristo y sirviendo a los demás.
Autor: Jordi Abad, corresponsal de la Revista Adventista en la iglesia de Reus