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«El cielo está de fiesta». Así podemos resumir el hermoso programa que vivimos el pasado 20 de septiembre, en la iglesia de Castellón (c/ Ribelles Comín 63), cuando celebramos el bautismo de nuestros queridos jóvenes: Alejandro I., Luis F., Albert B., Atila R., Luisa Fernanda y Emima Z. Fue un sábado lleno de sonrisas entre amigos, lágrimas de emoción en las familias y, sobre todo, de la presencia de nuestro Señor.

Ese día nuestra iglesia disfrutó de un momento inolvidable: seis jóvenes decidieron dar un paso de fe y entregar su vida a Cristo por medio del bautismo. También tuvimos la alegría de contar con pastores invitados que, en cierto modo, representaban un viaje en el tiempo, recordándonos su paso y su labor en esta iglesia: Óscar López, Andrés Prieto, Javier Moliner y Miguel Camino, actual pastor de jóvenes en Castellón. Cada uno, con su dedicación y trabajo, sembró en su momento la semilla del evangelio en los corazones, y hoy hemos visto cómo esa semilla dio fruto para la eternidad.

Fue una jornada cargada de gratitud, en la que lágrimas, sonrisas y abrazos se unieron en una misma expresión de amor fraternal. Coros, cantos y un programa lleno de emociones acompañaron este sábado tan especial.

Es un verdadero milagro del Espíritu Santo que, a pesar de los tiempos que vivimos —con la influencia de las redes sociales y los constantes ataques de Satanás—, aún haya jóvenes dispuestos a rendir sus vidas a Cristo. La vida cristiana es una batalla, y hoy podemos dar gracias porque estos jóvenes han vencido y tomado la mejor decisión de sus vidas.

Cada bautismo fue un testimonio vivo del poder transformador del evangelio y de la obra del Espíritu Santo en medio de nosotros. Ver a estos jóvenes descender a las aguas y levantarse a una nueva vida en Cristo, nos recordó que la misión de la iglesia da frutos cuando caminamos unidos en oración, fe y servicio.

seis jóvenes

Sus textos preferidos

Albert

«Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas». (Josué 1:9).

Alejandro

«Hagan todo con amor». (1ª Corintios 16:14).

«No se amolden al mundo actual, sino que sean transformados mediante la renovación de su mente». (Romanos 12:2).

Rudi

«Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores». (Salmos 34:4).

Luis

Himno 211: «Fija tus ojos en Cristo»

«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia». (Isaías 41:10).

Luisa

«Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Así que, no se preocupen por el día de mañana». (Mateo 6:33-34).

Emima

«Bendito sea Jehová, que oyó la voz de mis ruegos. Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón». (Salmos 28:6-7).

Una familia en Cristo

Nuestra iglesia se vistió de fiesta, no solo por la ceremonia, sino porque sabemos que este es el comienzo de un camino en el que ellos no estarán solos. Como comunidad, nos comprometemos a caminar junto a ellos, a sostenerlos en oración y a animarlos en cada paso. Ser parte de la familia de Dios significa compartir alegrías, desafíos y victorias.

Hoy celebramos con gozo, pero también miramos al futuro con esperanza. Pedimos al Señor que guíe siempre a Albert, Alejandro, Rudi, Luis, Luisa y Emima, y que sus vidas reflejen la luz de Cristo. Que nunca olviden que en esta iglesia tienen un hogar y, en nuestro Padre celestial, un amor fiel y eterno.

Queridos jóvenes, gracias por regalarnos este día de fe y compromiso. ¡Bienvenidos a la familia espiritual de Dios! Que Él los bendiga, los guarde y los fortalezca siempre.

Autor: Tibor G. Szabo, Depto. de  Comunicación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Castellón (Ribelles Comin 63).

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