Sant Jordi es una excelente oportunidad para evangelizar a través de nuestras publicaciones.
Cuenta la leyenda que hace muchos, muchos años, un dragón terrible angustiaba a la gente del lugar solicitando de sus habitantes que le dieran comida. Si no lo hacían, los devoraría uno por uno. Los habitantes de aquel reino tenían que entregarle alguno de los animales de su ganado para que la terrible bestia saciara su apetito. Poco a poco sus rebaños iban menguando, hasta que no quedó ninguno. Entonces el dragón les exigió que le entregaran a sus hijos. Apenados y temerosos fueron entregando a sus hijos para que fueran devorados por aquel maléfico dragón.
Caballeros de distintos sitios vinieron a enfrentarse con el perverso animal, siendo cada uno de ellos churruscado o devorado.
Pero un día, llegó un caballero dispuesto a enfrentarse con el monstruo y liberar a aquellas gentes de la mortífera amenaza que les asolaba. Su ingenio y habilidad lograron acabar con la alimaña, devolviendo la paz y la prosperidad al reino y a sus habitantes.
Sant Jordi en el mundo
Pronto su fama se extendió por todo lugar y hasta la iglesia le ascendió a los altares. Tanto es así que podemos encontrar este relato, con santidad incluida, insertado en casi todas las culturas de occidente. Se trata de San Jordi, (o Jorge, George, Gorka, Juraj, Göran, Zorzo o Seoirse, son algunos de los distintos nombres por los que se le conoce en distintos países).
Nos cuenta también la leyenda que el rey concedió la mano de la princesa, que tenía que ser devorada por el dragón, al caballero victorioso. En el mismo punto de la contienda y de la sangre vertida por aquella terrible bestia, surgió un rosal cuyas rosas eran del rojo más intenso que se podía encontrar. El caballero cortó una de esas rosas y se la ofreció a la princesa, cuya vida estaba destinada a saciar el hambre del pérfido animal.
Con el tiempo, este gesto mitológico dio paso a una muestra de amor entre hombres y mujeres. Desde el S. XV los floristas, avispados ellos, crearon un día particular para la celebración del día de esa manifestación de amor, y la venta de sus flores, claro está. Los libreros no se quedaron a la zaga y desde el siglo XIX aunaron esfuerzos con los floristas.
Flores, libros… y evangelismo
Cataluña adoptó el 23 de abril como día del libro y de la rosa. Así pues, aunque no es festivo, es toda una fiesta popular en la que los hombres les regalan rosas a las mujeres de su vida (madres, hermanas, novias, esposas, …). Las mujeres, a su vez, les regalan un libro a los hombres (padres, hermanos, novios, esposos, …). Tanto libreros como floristas, sacan sus tiendas a la calle para satisfacer con avidez comercial las solicitudes de los transeúntes. Una excelente oportunidad para exponer nuestros libros y revistas. Alguien podrá encontrarse con Jesús a través de ellos.
Toda oportunidad es buena para presentar a nuestros conciudadanos algo más que una tradición y una leyenda. Así es como en Reus, nuestra iglesia también sacó a la calle su exposición particular de libros y revistas regalándolas a hombres y mujeres para hacerles llegar el mensaje de salvación.
Fueron muchos los contactos, las conversaciones y los rechazos de este día de Sant Jordi en Reus, pero la semilla está echada. Ahora es labor del Espíritu Santo.
Pequeño testimonio
Una pareja rechazó el libro “La última invitación” diciendo que no les interesaba. Nuestro hermano les dijo: “¿Saben? Hoy nos pueden preguntar a cualquier persona y todas coincidiremos en que está todo “mu malamente”. Todos nos quejamos de todo, pero la cosa no es quejarse, sino aportar alguna solución. Podrá ser buena, regular o desechable, pero necesitamos más soluciones y menos quejas. Nosotros proponemos una solución. Le invito a que le dé un vistazo. Cuando acabe de leerlo me llama y me dice qué le parece. Puede que no le haya convencido la solución propuesta, o puede que me llame y me diga que podemos estudiarla juntos, ¿qué opina?”
La expresión, que al principio era de marcado rechazo, se transformó en una sonrisa, acompañada por la afirmación: «lo leeré».
Dios sabe el terreno en el cual ha caído cada una de nuestras publicaciones y las hará prosperar a su debido tiempo.
El próximo año volverá Sant Jordi, y nosotros volveremos a sacar a la calle nuestra mesa, con libros y revistas que ofrecen «la Solución» a los problemas del ser humano.
Autor: Jordi Abad, corresponsal de la Revista Adventista en la iglesia de Reus