Dando inicio a la Semana de oración, el 16 de noviembre en la Iglesia Adventista en Burgos, tuvimos una bellísima ceremonia de presentación del pequeño Miguel Ángel, además del bautismo de Marta María, suegra de nuestro pastor.
Presentación de Miguel Ángel
Sus padres y su tía, vinieron a la casa de Dios para, públicamente, manifestar que reconocen que los hijos son herencia del Señor y que somos depositarios de este precioso don. Con el propósito de enseñar y educarle para esta vida y para el Reino de Cristo, siguiendo el ejemplo de José y María, lo trajeron para dedicarlo al Señor y presentarlo a la iglesia.
En un momento de solemnidad, el niño fue presentado al Señor con el pedido y deseo de todos los presentes, que el niño crezca en estatura y gracia delante de Dios y de los hombres.
Alimentados por la Palabra
En seguida, se hizo la apertura de la Semana de oración: «Alimentados por la Palabra», con el canto de los adoradores: «Tu Palabra».
Durante toda la semana, el pastor Amarildo Guimarães Souza, tuvo el privilegio de entrevistarse con los hermanos que deseaban hablar con él en casa o en la iglesia.
Fue una hermosa experiencia. Cada noche, tanto presencial como a través de las transmisiones en plataformas digitales, la hermandad de Burgos estuvo alimentándose de la Palabra.
El bautismo de Marta María
La Semana de oración en Burgos comienza con una ceremonia y termina con otra; una preciosa ceremonia bautismal, donde el pastor Amarildo Guimarães bautiza a la mamá de su esposa. Una espera de unos 48 años de continuo testimonio, estudios y llamados a los que por fin doña Marta María, ha accedido sellando su vida con Cristo.
El pastor agradece el apoyo y extraordinario esfuerzo de los hermanos que, después de un día intenso de trabajo duro, acudieron a esta cita para alimentarse de la Palabra.
El momento de la Segunda Venida se aproxima. Es tiempo de despertar y dar prioridad a la palabra de Dios, y acercarnos más a Cristo.
«Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Ahora, pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese». (Juan 17: 3 – 5).
Jesús nos invita a una estrecha relación con Él a través del estudio, la oración y el compartir los resultados de lo que Cristo hace diariamente en nuestras vidas, para que tengamos vida y otros también la tengan por medio de los siervos fieles.
Autora: Lucia Helena Carneiro Guimarães.