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Del 3 al 5 de abril de 2020 tendrá lugar en el Centro de Actividades Múltiples (C.A.M) de Entrepeñas el retiro espiritual Singles “Dios, tu, y el perdón…”. El pastor invitado será Roberto Badenas. 

Junto al pastor Badenas reflexionaremos sobre la difícil tarea de pedir perdón, perdonar y perdonarse uno mismo, a la luz del EvangelioEl precio será de tan solo 56€.

El pastor, profesor y escritor Roberto Badenas tiene un doctorado en Teología por la Universidad Andrews (Michigan, EE.UU), es especialista en Filología Bíblica y es autor de diversos libros y numerosos artículos, entre los cuales destacan: Más allá de la Ley; Encuentros o Para conocer al maestro. Además ha sido director de los Ministerios de Educación y Familia de la División Euro-Africana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Citas de EGW sobre el perdón:

Dios nos pide que perdonemos, como Él nos perdona

Al terminar el Padrenuestro, añadió Jesús: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”. El que no perdona suprime el único conducto por el cual puede recibir la misericordia de Dios. No debemos pensar que, a menos que confiesen su culpa los que nos han hecho daño, tenemos razón para no perdonarlos.

Sin duda, es su deber humillar sus corazones por el arrepentimiento y la confesión; pero hemos de tener un espíritu compasivo hacia los que han pecado contra nosotros, confiesen o no sus faltas. Por mucho que nos hayan ofendido, no debemos pensar de continuo en los agravios que hemos sufrido ni compadecernos de nosotros mismos por los daños. Así como esperamos que Dios nos perdone nuestras ofensas, debemos perdonar a todos los que nos han hecho mal. (El Discurso Maestro de Jesucristo, página 97.1)

Perdonar nos transforma

Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”. El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación.

No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”. (El Discurso Maestro de Jesucristo, página 97.2)

Cristo murió para darnos perdón y nos pide que revelemos Su gracia a otros

Dios se dio a sí mismo en Cristo por nuestros pecados. Sufrió la muerte cruel de la cruz; llevó por nosotros el peso del pecado, “el justo por los injustos”, para revelarnos su amor y atraernos hacia él. “Antes—dice—sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. 

Dejad que more en vosotros Cristo, la Vida divina, y que por medio de vosotros revele el amor nacido en el cielo, el cual inspirará esperanza a los desesperados y traerá la paz de los cielos al corazón afligido por el pecado. Cuando vamos a Dios, la primera condición que se nos impone es que, al recibir de él misericordia, nos prestemos a revelar su gracia a otros. (El Discurso Maestro de Jesucristo, página 97.3)

Para más información: [email protected]

Autora: Montserrat Salvador, responsable del Ministerio de Singles de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España. 

Revista Adventista de España