El domingo 23 de abril, un grupo de jóvenes adventistas disfrutó reforestando la zona de Campos, Mallorca. Evento que coincidió con la celebración del Día de la Tierra (22 de abril), cuyo lema en este año fue «invertir en nuestro planeta».
Nuestros jóvenes plantaron alrededor de 300 árboles, que se convertirán en un pulmón verde para la isla. Es bien sabido que los árboles producen oxígeno, purifican el aire, forman suelos fértiles, evitan erosión, mantienen ríos limpios, captan agua para los acuíferos, sirven como refugios para la fauna, reducen la temperatura del suelo, propician el establecimiento de otras especies, regeneran los nutrientes del suelo y mejoran el paisaje. Por lo que sembrar un árbol constituye una de las mejores maneras de inversión en nuestro planeta.
Al finalizar la plantación, el equipo disfrutó de una rica paella y compartió sus experiencias reforestando. Algunos de los jóvenes comentaron que esta fue su primera vez plantando un árbol y dejaron una marca para identificarlo con el paso del tiempo. Sin duda alguna, dicha actividad trajo beneficios físicos, mentales y espirituales a todos los que participaron.
Cristianos responsables
Dios nos manda que seamos responsables y cuidemos nuestro mundo. Es nuestro hogar temporal y, lamentablemente, está cada vez más deteriorado. Debemos fomentar actividades en las que nos hagamos más conscientes de la realidad en la que vivimos. La Biblia es clara al decir que el Señor juzgará a todas las naciones impenitentes y también a los que destruyen la tierra. (Apocalipsis 11: 18).
Cuidemos lo que tenemos a nuestro alrededor, y dejemos un mundo mejor para las futuras generaciones. Que antes de que Cristo venga, podamos caracterizarnos por ser un pueblo fiel a las enseñanzas de Dios, obedientes a sus mandatos, y responsables con Su creación. Recordemos que: «Del Señor es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan». (Salmos 24: 1)
Autor: Charlie Domínguez, pastor de las Iglesias de Inca y Menorca, y asistente pastoral de las Islas Baleares.