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El día 27 de abril de 2024, en la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Málaga, el Departamento de Diaconado organizó una primera reunión  para ofrecer recomendaciones y consejos prácticos sobre prevención y seguridad en nuestras instalaciones.

Las recomendaciones iban destinadas, en primera instancia, a todo el equipo pastoral, diaconado, directores de los diferentes departamentos y sus respectivos equipos implicados en las actividades  que se desarrollan dentro de nuestra iglesia.

Este nuevo local dispone con algo más de 420 m2, con capacidad para más 172 personas solo en el templo de culto. En su totalidad su capacidad es superior. Supera con creces al anterior local que teníamos.

Las recomendaciones fueron impartidas por  Raúl P., quien ejerce y desarrolla sus funciones como director de seguridad, jefe  y docente en todo lo relacionado con la seguridad de las instalaciones públicas de la ciudad. Raúl acompaña a su familia desde hace más de 22 años activamente a la iglesia, conoce las instalaciones y el funcionamiento dentro de ella. Por lo que él mismo se  ofreció a darnos unos breves consejos y recomendaciones para tener un buen plan de emergencia, todo dentro del margen de las normativas y  leyes vigentes.

Un lugar seguro

Los creyentes vemos las instalaciones de la iglesia como un  lugar seguro, donde la presencia de Dios hace que nos sintamos relajados y fuera de peligro, pero el estar informados y formados ante situaciones e imprevistos que puedan surgir, forma parte también del cuidado sobre nosotros mismos y sobre el resto de hermanos que se congregan. Dios quiere que hagamos las cosas con orden y legalidad y mucho más dentro de la casa de Dios, donde nos reunimos tantas personas para alabarle; pasamos tiempo de comidas y confraternización; realizamos  múltiples actividades, etc. Además, hay que destacar la presencia de menores, por lo que hay que ofrecer la seguridad exigida por la normativa.

Posibles peligros y prevención

Raúl, previamente a la reunión, realizó un estudio del local, donde nos mostró y explico circunstancias en las que podríamos vernos implicados, bien por fallos de  dentro, o por situaciones de locales colindantes al nuestro y que puedan llegar a afectarnos. Nos explicó las ubicaciones de los diferentes extintores de los que disponemos, y que según la ley debemos tener, y como debemos utilizarlos en caso necesario. Tanto para problemas eléctricos, como para cualquier otro tipo de incendios, por prevención.

Pudimos ver la importancia de tener un equipo preparado y cualificado dentro de la iglesia, que sepa donde está cada cosa: extintor, botiquín, cuadro eléctrico, salidas de emergencias, etc. Así como la necesidad de una continua revisión de todo ello, cada día de apertura. Esto es muy importante para prevenir y evitar imprevistos. Este equipo debe saber dirigir al resto de feligreses en situación de emergencia.

Confiamos en que el Señor está con nosotros y nos protege, pero es nuestra obligación formarnos para enfrentar situaciones que puedan poner en riesgo el bienestar de nuestros hermanos. El Señor es un Dios de orden y nos llama a hacer las cosas bien.

Agradecimiento

Por ello agradecemos a los diáconos por esta iniciativa, y a  Raúl por haber puesto sus conocimientos sobre prevención y seguridad a disposición de nuestra iglesia. Aún nos queda una segunda parte de formación con los equipos dirigentes, y ya estamos planeando hacer los «simulacros» con todos los hermanos presentes y los respectivos representantes de seguridad, con un plan de evacuación ya establecido. También estamos coordinándonos para poder realizar una formación de primeros auxilios en conjunto,

Recordamos la cita bíblica:  «Hermanos míos, amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor, siempre sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano» (1ª de Corintios 15:58). Así como: «Señor, tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación» (Salmo 32:7). Pero también el texto bíblico:

«El prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias» (Proverbios 27:12)

Autora: Sabina De Brito, corresponsal de Revista.adventista.es de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Málaga

Revista Adventista de España