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La Iglesia Adventista de Murcia Norte y la congregación de Villena vivieron, este mes de julio, dos fines de semana de profunda renovación espiritual marcados por la dedicación de un niño, cuatro profesiones de fe y dos bautismos, como testimonio del continuo obrar del Espíritu Santo en la vida de sus miembros.

Dedicación de Uriel, y profesión de fe de Deyvis, Lina, Luzdary y Mercedes en Murcia Norte

El sábado 12 de julio de 2025, la Iglesia Adventista de Murcia Norte vivió una jornada cargada de significado espiritual y alegría fraternal. La comunidad se reunió para presenciar la dedicación del pequeño Uriel al Señor, un momento lleno de ternura y compromiso por parte de sus padres, Maryuri y Óscar, acompañados por familiares y amigos.
Durante el mensaje, se reflexionó sobre el significado del nombre Uriel, que quiere decir «Dios es mi luz», y se compartió con toda la congregación el texto de Deuteronomio 6:4–9, enfatizando la responsabilidad de amar al Señor con todo el corazón y de transmitir esa fe a los hijos mediante el ejemplo diario. La ceremonia concluyó con una alabanza dedicada al niño, como una oración cantada por su vida y su caminar con Dios.
En esa misma celebración, cuatro hermanos en la fe —Deyvis, Lina, Luzdary y Mercedes— reafirmaron su fe mediante la profesión de fe, renovando su pacto con Dios con solemnidad y gozo. Este acto fue un testimonio vivo del poder restaurador del Señor, que sigue obrando en los corazones dispuestos a volver a Él.

Bautismo de José Daniel y Julio en Villena

Una semana más tarde, el sábado 19 de julio, la iglesia en Villena también fue testigo del mover del Espíritu Santo. Allí, dos hermanos en la fe, José Daniel y Julio, descendieron a las aguas del bautismo, entregando públicamente sus vidas al Señor. La ceremonia fue vivida con emoción y esperanza por toda la congregación, como expresión del poder transformador de Dios en la vida de sus hijos.

 

Al finalizar el servicio, se realizó un llamado al compromiso. Nueve personas respondieron afirmativamente, movidas por el Espíritu, manifestando su deseo de prepararse para entregar sus vidas a Cristo. Fue un momento profundamente conmovedor, que reafirmó la certeza de que Dios sigue llamando con amor, tocando vidas y guiando a cada persona hacia una entrega total.
Lo vivido en Murcia y Villena no son simples acontecimientos, sino evidencias claras de que el Espíritu Santo continúa obrando con poder en medio de su iglesia. En cada dedicación, renovación y bautismo, resuena el eco de un Dios que restaura, llama y transforma.
«El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo». (Filipenses 1:6)
Autor: Guilherme Wagner, pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.

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