El pasado 1 de marzo, Día Internacional de Oración de la Mujer 2025, reflexionamos y oramos, en especial, por las mujeres migrantes.
En un mundo donde la migración femenina sigue en aumento y con ella los desafíos que enfrentan miles de mujeres en su búsqueda de una vida mejor, el Ministerio de la Mujer de la Iglesia Adventista del Séptimo Día dedicó el pasado 1 de marzo, Día Internacional de Oración de 2025 a reflexionar y orar por ellas.
En un contexto global de crisis y desigualdades, esta jornada se convirtió en un llamado a la empatía, la fe y la acción en favor de quienes dejan todo atrás en busca de seguridad y esperanza.
Día Internacional de Oración del Ministerio de la Mujer – 1 de marzo
El Día Internacional de Oración del Ministerio de la Mujer es una fecha significativa dentro del calendario de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Desde 1990, esta jornada se ha dedicado a fortalecer los vínculos espirituales entre mujeres a través de la oración, generando redes de empatía y comprensión. En 2025, la temática central de esta jornada estará enfocada en la situación de las mujeres migrantes, un fenómeno de creciente relevancia en el contexto mundial actual.
Las Naciones Unidas destacan que los días internacionales tienen el propósito de sensibilizar a la sociedad sobre cuestiones clave, movilizando recursos y voluntades políticas para afrontar los desafíos globales. En 2025, esta misión cobra especial relevancia al cumplirse 30 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, un hito en la promoción de los derechos de las mujeres y niñas en el mundo. Sin embargo, a pesar de los avances logrados, persisten obstáculos que amenazan con erosionar estos derechos.
Día Internacional de la Mujer – 8 de marzo
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una jornada de reivindicación en la que millones de mujeres en todo el mundo se movilizan por la igualdad de género. No es una celebración, es un llamado a la acción para consolidar los derechos adquiridos y seguir avanzando hacia una sociedad sin brechas de género.
En este sentido, también se recuerda que las violencias contras las mujeres, en especial la violencia de género y la violencia sexual, son la expresión más amarga de una sociedad que todavía tiene mucho que trabajar para acabar con estas lacras.
Seis desafíos globales y la migración
El Ministerio de la Mujer de la Conferencia General resalta seis desafíos que impactan negativamente a las mujeres a nivel global, instando a la oración constante por ellos:
- Abuso
- Pobreza
- Salud
- Analfabetismo
- Carga de trabajo
- Oportunidades de liderazgo
En 2025, se enfatiza especialmente el tema de la migración, un fenómeno presente a lo largo de la historia de la humanidad y de gran relevancia en la actualidad. Los datos oficiales muestran que cada vez más mujeres se ven obligadas a migrar en busca de mejores condiciones de vida, ya sea por razones económicas, reunificación familiar, inestabilidad política, desastres naturales o conflictos armados. Muchas de ellas huyen de la violencia, exponiéndose a riesgos adicionales por el simple hecho de ser mujeres migrantes.
El infierno de las mujeres migrantes
Ya sabemos que la migración es un fenómeno que ha acompañado a la humanidad a lo largo de toda su historia y sigue teniendo suma relevancia en el contexto actual. Sin ir más lejos, el pasado 24 de febrero hubo elecciones en Alemania y la cuestión de la acogida de personas fue uno de los temas más conflictivos y que, en buena medida, marcó el resultado electoral. Será porque, en la mayoría de los casos, los migrantes son percibidos con desconfianza y discriminación, siendo considerados una carga y un peligro para las sociedades que los reciben en su seno.
¿A qué se debe? Tal vez a que cada vez más a esas sociedades se nos olvida que es fundamental abordar esta problemática, teniendo en cuenta tanto la perspectiva humana como la divina, reconociendo la dignidad de todas y cada una de las personas y su derecho a vivir en condiciones de seguridad y bienestar.
Los motivos
La realidad es que los datos oficiales señalan sin lugar a dudas que en los últimos años cada hay más mujeres migrantes. ¿Qué puede impulsar a una mujer a salir de su zona de confort, de la seguridad que le brinda la compañía de los suyos?
Las razones son diversas. A veces lo hacen por motivos de trabajo y buscando progresar laboralmente. Otras veces migran para ayudar a sus familias, esperando obtener beneficios económicos para mantenerlas desde a donde se dirigen. Algunas dejan sus países de origen para reunirse con sus parejas y muchas lo hacen huyendo de la pobreza o de la inestabilidad política, o por asuntos de desastres naturales.
También migran huyendo de la guerra, no deseando convertirse en parte del botín, para evitar ser violadas y vejadas. Y en ese viaje a una supuesta vida mejor queda patente su vulnerabilidad y los peligros para ellas se multiplican por el mero hecho de ser lo que son: mujeres.
Un llamado a la oración y la acción por las mujeres migrantes
En lo que queda de este mes y ¿por qué no?, de este año, os proponemos tenerlas presentes en vuestras oraciones privadas y públicas, quizá porque es lo mínimo que podemos hacer por ellas.
El Ministerio de la Mujer hace un llamado a recordar en nuestras oraciones a estas mujeres valientes que enfrentan innumerables desafíos en su camino. En un mundo donde la migración suele ser vista con desconfianza y discriminación, es fundamental abordar esta realidad desde una perspectiva humana y espiritual, reconociendo la dignidad de cada persona.
En lo que queda de este mes de marzo, y a lo largo del año, recordemos las palabras de Efesios 3:20: «Y ahora, gloria sea a Dios, que puede hacer muchísimo más de lo que nosotros pedimos o pensamos, gracias a su poder que actúa en nosotros».
Que podamos ser bendición. ¡Amén!
Autora: Mercedes Martínez Bou, directora del Ministerio de la Mujer de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.