Los días 17 y 18 de enero de 2025, la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Menorca recibió con entusiasmo la visita del equipo del Ministerio Adventista de las Posibilidades (MAP). Un equipo liderado por Isabel Rodríguez, teóloga y responsable del departamento, quien llegó acompañada por Lavinia Beatrice Denis Dumitriu, psicóloga con máster en rehabilitación psicosocial, y Andreea Ionela Caruntu, terapeuta ocupacional con máster en counseling. Este evento fue una oportunidad única para profundizar en la inclusión dentro de nuestras iglesias y aprender herramientas valiosas para convivir con personas con capacidades diferentes.
El Ministerio Adventista de las Posibilidades trabaja en siete áreas específicas para garantizar que nadie quede excluido en el mensaje de esperanza del evangelio.
Categorías y actuaciones
- Personas sordas: Facilitar su inclusión mediante la lengua de signos y recursos accesibles.
- Personas con ceguera y baja visión: Desarrollar materiales como braille, audio y otros recursos visuales adaptados.
- Personas con movilidad reducida: Asegurar que los espacios de la iglesia sean accesibles y seguros para todos.
- Personas con limitación del funcionamiento intelectual*: Fomentar entornos de aprendizaje comprensivos y participativos.
- Huérfanos y familias de acogida: Brindar apoyo y cuidado a los niños que enfrentan situaciones de vulnerabilidad.
- Personas en estado de duelo: Proveer consuelo espiritual y emocional en momentos de pérdida.
- Personas cuidadoras: Acompañar y fortalecer a quienes dedican su vida al cuidado de otros.
*Hay personas autistas de nivel 3 que entrarían en esta categoría. El autismo es un espectro muy amplio. Hay autistas que no dirías que lo son y hay otros con necesidades muy grandes. El DSM-5 introdujo tres niveles de severidad para el espectro autista (TEA): nivel 1 (requiere apoyo), nivel 2 (requiere apoyo sustancial) y nivel 3 (requiere apoyo muy sustancial).
Mientras que los TEA 1 (dentro de los cuales se encuentran los anteriormente llamados asperger o autistas de alta funcionalidad) pueden ser altamente funcionales y el apoyo que necesitan es sobre todo de empatía y comprensión por su forma diferente de ver el mundo y las relaciones (hay multitud de genios y científicos plenamente funcionales, aunque tal vez algo «excéntricos» según los neurotípicos, dentro de esta categoría), los TEA 3 presentan limitaciones de funcionalidad y precisan mucha ayuda. De ahí la importancia de conocer y diferenciar muy bien los grados o niveles y adaptarnos a las necesidades de cada uno.
Otras áreas
Además de esas categorías, en la actualidad MAP también está trabajando en la mejor inclusión de las personas neurodivergentes (con cerebros que procesan la realidad de forma diferente, como son las personas con altas capacidades, asperger [autismo de alta funcionalidad, hoy englobado en TEA 1], TDAH, alta sensibilidad, etc.), a través de la concienciación y la formación de las iglesias, para fomentar una mejor convivencia y apoyar los dones de cada neurodivergencia para la iglesia y la misión.
La importancia de aprender LSE
El programa comenzó el viernes por la tarde con un seminario sobre la comunidad Sorda, donde se abordó la importancia de aprender la Lengua de Signos (LS), en el caso de Menorca: la Lengua de Signos Catalana (LSC), así como la necesidad de incluir a las personas sordas en la vida de la iglesia.
El MAP y la Misión
El sábado por la mañana, el tema se centró en «MAP y la Misión», resaltando la importancia de este ministerio como parte esencial del trabajo de la iglesia.
Por la tarde, se dedicó tiempo a hablar sobre las personas con discapacidad intelectual, así como de las personas con autismo de niveles 2 y 3. Temas relevantes para aprender a convivir y apoyar mejor a las personas y familias diferentes en la comunidad local.
Y es que diferente no significa peor, significa distinto. Es importante que seamos capaces de entender que todas las personas valen lo mismo: la sangre de Cristo. Todas necesitan nuestro cariño y apoyo. Y todas tienen dones y capacidades que poner a los pies de Jesús y usar para Él y para la iglesia, según su grado de funcionalidad. Nuestro desafío es ayudarlas a ver esos dones y a ponerlos en práctica dentro de sus posibilidades. En Cristo no hay limitaciones, tan solo formas distintas de ver el mundo y de hacer las cosas. Nuestra iglesia está llena de posibilidades, porque está repleta de valientes que deben superar muchos obstáculos cada día. Ojalá nosotros no seamos piedras de tropiezo, sino escaleras y puentes.
Entendiendo el autismo
Este encuentro fue especialmente significativo para la iglesia de Menorca, porque cuenta con alguna familia con algún miembro dentro del espectro autista.
Dependiendo de los niveles o grados, los autistas necesitan más o menos ayuda y pueden aportar cosas diferentes. Pero, sobre todo, lo primero que necesitan es que los hermanos entiendan y acepten con naturalidad sus diferencias, y que estas no les hacen menos, ni más. Solamente distintos. Como pasa con los neurotípicos, cada persona tiene unas características y necesidades específicas. Para la convivencia no hay límites, tan solo posibilidades y adaptaciones. Por eso es tan importante conocer más, para poder convivir mejor.
Sigamos trabajando para y por iglesias inclusivas
El impacto de este encuentro fue altamente positivo, y el deseo colectivo es seguir trabajando para crear iglesias inclusivas donde no existan barreras —o al menos que las personas no seamos una de ellas.
Desde la Iglesia de Menorca, expresamos nuestro agradecimiento a Isabel, Lavinia y Andreea por su valiosa labor y por compartir conocimientos que ayudarán a nuestra comunidad a ser más acogedora y empática.
Autor: Charlie Domínguez, pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España y Esther Azón, coeditora de revista.adventista.es
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