INVESTIGACIÓN BÍBLICA, una serie histórica, apologética y bíblica donde abordamos preguntas y temas profundos que nos hacen reflexionar sobre nuestra fe y nuestra relación con Dios. Presentado por diversos pastores de la Iglesia Adventista en España.
En este nuevo video nos enfocamos, junto a Roberto Badenas, en la pregunta: ¿QUÉ ES LA IRA DE DIOS?
Exploramos el concepto de la ira divina, su significado y cómo se relaciona con el amor de Dios. A través de reflexiones bíblicas, comprendemos que la ira divina es el rechazo justo del mal y una expresión de su amor infinito por sus criaturas.
¡Descubre las respuestas y reflexiona con nosotros!
¿Qué es la «ira» de Dios?
Hablar de Dios es difícil, porque es hablar de un Misterio que va más allá de nuestras capacidades. De ahí que solo podemos hablar, si somos creyentes, de lo que él mismo ha revelado, o de lo que los grandes teólogos, filósofos y científicos han podido deducir de sus reflexiones.
En todas las religiones, Dios, o los dioses, suelen enfurecerse contra los humanos y descargar sobre ellos su ira por las razones más diversas. De ahí que una buena parte de los ritos de muchas religiones tenga por objeto aplacar la ira divina mediante ritos, sacrificios, conjuros, ensalmos, etc.
Entre los cristianos, partiendo de la definición de que «Dios es amor» (1 Juan 4:8) es decir, «voluntad absoluta de bien», muchos se resisten a hablar de ira en relación con Dios, alegando que esa expresión es un antropomorfismo, que poco tiene que ver con la ira que nosotros experimentamos en nuestras vivencias personales. Y sin duda tienen razón.
Según algunos expertos, decir «ira divina» es una mera manera de designar al principio universal por el que toda acción contraria a las leyes de la vida a la larga se vuelva contra los transgresores. Por ejemplo, el llamado «cambio climático»: al no respetar las leyes de la naturaleza ponemos en peligro nuestra propia supervivencia.
«Ira divina»
Sin embargo, la Biblia habla de ira divina. Nos habla en nuestro lenguaje, para que la podamos comprender ¿Qué es la «ira divina»?
Por supuesto, algo que no tiene nada que ver con nuestra saña o nuestro odio. La ira de un Dios coherente y justo, no pierde su autocontrol en estallidos irracionales y caprichosos, enojado contra los que no le aman o «le caen mal».
Si reunimos todos los pasajes de la Biblia sobre el tema, llegamos a la conclusión de que la ira divina es su justo rechazo del mal. Es la reacción legítima del carácter de Dios frente a todo lo que a la larga es malo para sus criaturas o las hace sufrir.
En ese sentido, podemos decir que la ira divina es una expresión de su amor. Es precisamente porque Dios ama infinitamente a sus criaturas que no puede por menos que oponerse contra todo lo que las daña y las destruye. San Pablo lo dice claramente: «la ira de Dios se rebela contra todas las injusticias de los hombres (Romanos 1:18). Y Pedro añade, porque “no quiere que nadie perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento» (2 Pedro 3: 9).
El dios de los filósofos griegos era impasible, imperturbable, inconmovible, es decir, insensible. Pero el Dios de la Biblia aparece descrito mediante emociones que nosotros podemos comprender: leemos que Dios sufre, se conmueve, se entristece, se enoja, etc. Pero no como nosotros, por supuesto, sino como un Dios definido por su amor, es decir, por su voluntad absoluta de querer nuestro bien.
Dios se opone al mal
Si Dios fuera insensible al mal, ¿sería un buen Dios? Claro que no. Por eso se opone. Y su rechazo del mal es lo que la Biblia llama «ira divina».
¿Tiene Dios motivos para airarse? Por supuesto. Todos nos indignamos contra quienes engañan, explotan, abusan, torturan, violan, matan y destruyen. ¿No merecen pagar por sus malas acciones? Hay una infinidad de injusticias que «claman al cielo», decimos. Ante ellas, ¿debería Dios mantenerse impasible?
¿No sería justo que recayeran sobre los culpables las consecuencias de sus actos? Eso sería lo justo. Cuando alguien agrede injustamente a los nuestros, ¿no sería justo que Dios tomase medidas contra el agresor?
La ira divina es la expresión de su justicia. Por eso suscitan su ira, sobre todo, aquellos presuntos religiosos que se escudan en ella para cometer sus desmanes, o incitar al odio, en nombre de Dios.
Justicia
San Pablo explica muy bien (en Romanos 1:2-32), la ira de Dios se manifiesta incluso en su respeto de nuestra libertad, dejando, de momento, que suframos las tristes consecuencias de nuestros desatinos. Dios no sería justo si no nos hubiera advertido de las consecuencias de nuestro alejamiento de sus leyes y de la existencia necesaria, para hacer justicia, de un «juicio final universal». Dios, por coherencia con su propia esencia, nos da leyes porque nos ama y quiere nuestro bien. Es justo que se indigne cuando, al transgredirlas, hacemos mal a alguien.
Pero el gran mensaje de la Biblia es que, si queremos aceptar en nuestra vida personal, la gracia divina, a pesar de nuestras transgresiones, por encima de su ira, un día triunfará su justicia y su amor.
Autor: Roberto Badenas es licenciado en Filología Moderna y en Teología. Tiene un máster en Filología Clásica y un doctorado en Teología por la Universidad de Andrews. Ha servido como pastor, profesor de Teología, decano de la Universidad Adventista del Salève, miembro del Biblical Research Committe y director del departamento de Educación y Familia de la División Euroafricana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.