🔎 En este nuevo video nos enfrentamos, junto a Priscila Ambrosino, a la pregunta: «¿La arqueología demuestra que la Biblia es falsa?».
¡Descubre las respuestas y reflexiona con nosotros!
La arqueología no puede probar ni refutar la veracidad total de la Biblia. Sin embargo, ha encontrado numerosos cruces de datos que respaldan la historicidad de ciertos eventos, personajes y lugares mencionados en ella. Descubrimientos como inscripciones, localizaciones geográficas y registros de terremotos han corroborado algunos relatos bíblicos.
Aunque la fe es un aspecto personal y no se genera a través de la arqueología, esta disciplina proporciona evidencias que respaldan la confiabilidad histórica de la Biblia. Como afirmó el arqueólogo Bryant G. Wood, la evidencia arqueológica ha confirmado la precisión histórica de las Escrituras en numerosos casos.
📖 Creer en la Biblia y en Dios es una cuestión de fe individual.
✅ La arqueología nos brinda razones sólidas para creer en la historicidad bíblica.
INVESTIGACIÓN BÍBLICA, una serie histórica, apologética y bíblica donde abordamos preguntas y temas profundos que nos hacen reflexionar sobre nuestra fe y nuestra relación con Dios. Presentado por diversos pastores de la Iglesia Adventista en España.
¿La arqueología demuestra que la Biblia es falsa?
En la actualidad, esta pregunta es una de las más comunes dentro del mundo de la arqueología bíblica. Creyentes y no creyentes nos interesamos por esta disciplina, puesto que nos presenta pruebas tangibles de épocas pasadas. Sin embargo, esta pregunta asume algunos retos a la hora de responderla.
El principal aspecto a resaltar es la composición de la Biblia. Todo lector bíblico que se haya acercado a estos textos con una mirada histórica, puede llegar a la conclusión de que están divididos en tres apartados:
- Pasajes dónde se nos narran hechos históricos susceptibles de ser corroborados por la arqueología.
- Pasajes en los que hay enseñanzas morales, religiosas y éticas que difícilmente podrán ser probadas por la arqueología.
- Pasajes en los que se nos narran hechos extraordinarios, eventos que describen la intervención de Dios de manera directa, ya sea usando elementos naturales o su poder ilimitado.
La realidad es que los arqueólogos solo podemos dedicarnos a estudiar aquello que puede ser examinado físicamente. Por lo tanto, no, la arqueología no puede probar que la Biblia, en su totalidad, sea verdadera, ni tampoco que sea falsa.
¿Hay consistencias?
Lo que sí puede hacer la arqueología por nosotros y en lo que resulta de lo más efectiva, es en investigar la correlación entre el mundo físico y el texto bíblico, y ver si hay consistencias. ¿Las hay? La respuesta es sí.
Poco a poco se han ido descubriendo esos cruces de vías, maravillosos hallazgos en los que la arqueología puede demostrar que la historicidad de la Biblia es digna de confianza. Desde corroboración de localizaciones geográficas como la ciudad de Jericó, reyes que parecían no existir como el rey Mesá, hasta personajes bíblicos como Isaías, Poncio Pilato, Caifás, o incluso el rey David.
En estos últimos años, se han realizado una gran variedad de descubrimientos que siguen aportando evidencias positivas a la historicidad de la Biblia.
En 2021 se recabó información referente a un terremoto que había ocurrido en gran parte de Próximo Oriente. Amós 1:1 no solo lo recoge, sino que también nos permite datarlo en el siglo VIII a.C. “Estas son las palabras de Amós. Es la visión que recibió acerca de Israel dos años antes del terremoto, cuando Uzías era rey de Judá, y Jeroboán hijo de Joás era rey de Israel”. Los arqueólogos de varias ciudades de la franja Siria-Palestina, a lo largo de varios años han visto señales de un terremoto en sus yacimientos arqueológicos que coinciden con el estrato tierra del siglo VIII a.C. confirmando así el texto bíblico.
En 2022 se descifró una tablilla de piedra caliza hallada en Jerusalén. Los expertos en paleografía coinciden en que dice: “Ezequías hizo el estanque en Jerusalén”, con esta inscripción no solo ratificamos de nuevo que este rey de Judá existió verdaderamente, sino que podemos también corroborar sus hechos como indicaba el texto de 2 Reyes 20:20 “En cuanto a los otros eventos del reino de Ezequías, todos sus logros y cómo hizo el estanque y el túnel por el cual trajo agua a la ciudad”.
La Biblia nos ayuda a comprender parte de la historia de la humanidad
Por cada nueva interpretación, duda o desvíos que proponen los escépticos bíblicos, surgen otros que fundamentan con bases lógicas y científicas que la Biblia tiene una validez y veracidad histórica muy elevada. Sin duda, la Biblia nos ayuda a comprender parte de la historia de la humanidad.
El arqueólogo Bryant G. Wood afirmó: “En todos los casos en que los hallazgos pertenecen al registro bíblico, la evidencia arqueológica confirma, a veces de manera detallada, la precisión histórica de las Escrituras”. Y el Dr. y ex director del instituto Australiano de Arqueología Clifford Wilson confirmó este mismo pensar: “No conozco ningún hallazgo en arqueología que esté debidamente confirmado que esté en oposición a las Escrituras. La Biblia es el libro de texto de historia más preciso que el mundo haya visto jamás”.
Ciertamente, para aquel que no quiere creer, ningún dato arqueológico, ninguna evidencia científica, ni ningún milagro que presencie le llevará a la fe. Creer o no en la Biblia, y por consiguiente en un Dios personal, es algo que recae en el ámbito de la fe.
La arqueología y sus investigaciones difícilmente generan fe donde no la hay, pero sí nos aporta decenas de razones para creer en la historicidad de la Biblia.
Autora: Priscila Ambrosino, arqueóloga y profesora de la Facultad Adventista de Teología de Sagunto (FAT).