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El sábado día 28 de septiembre de 2024, la Iglesia Adventista de Sabadell vivió un momento de alegría y renovación espiritual con el bautismo de Juan, un joven que decidió entregar su vida a Cristo. En una ceremonia emotiva y llena de simbolismo, Juan tomó la importante decisión de dar un paso de fe y consagrarse a vivir según los principios cristianos, con Jesús como su modelo.

El bautismo, tal y como ejemplificó Jesús al inicio de su ministerio, simboliza el renacimiento espiritual y la purificación del pecado. Para Juan, este acto no solo representa el inicio de su camino como discípulo de Cristo, sino también una declaración pública de su compromiso de vivir una vida consagrada a Dios. Al ser sumergido en las aguas bautismales por el pastor Félix Valtueña, quien también ha sido su instructor bíblico, Juan dejó atrás su pasado y, al salir del agua, emergió como una nueva criatura en Cristo, dispuesto a seguir los mandamientos divinos y el ejemplo de amor, humildad y servicio que Jesús nos dejó.

El bautismo

El bautismo no es solo un ritual; es una promesa de fidelidad y obediencia, un llamado a ser luz en medio de las tinieblas del mundo. Para los jóvenes como Juan, que enfrentan los desafíos y tentaciones propios de la vida moderna, consagrarse a Cristo significa tomar decisiones que reflejen los valores del Evangelio en cada aspecto de su vida. Seguir a Jesús implica tomarlo como ejemplo supremo, buscando vivir con integridad, justicia y compasión.

La Iglesia Adventista de Sabadell celebró con gozo esta decisión, sabiendo que el bautismo de Juan es el inicio de un camino que ha escogido recorrer junto a Jesús, un camino de crecimiento espiritual, y un recordatorio de que Cristo sigue transformando vidas. Deseamos que el Señor le bendiga mucho, y a otros jóvenes que, como Juan, decidan entregar su vida a Dios.

Autora: Sara Martínez, secretaria de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Sabadell. 

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Revista Adventista de España