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Jesús SerranoEl viernes 10 de enero de 2025, nuestro querido hermano Jesús Serrano Cortinas, de la iglesia de Badalona, descansó en el Señor a la edad de 81 años.

La iglesia de Badalona lamenta esta perdida y expresa su cariño y solidaridad a los familiares, en especial a su esposa y compañera de vida, Asunción Vélez, y a sus hijas Esther, Arantxa, Ruth y Marta.

El testimonio de Jesús Serrano perdurará en la iglesia. Su bondad y humildad fueron los frutos espirituales que poseía, siempre dispuesto a ayudar en todo y siendo amable con quien lo necesitaba.

Para sus hermanas, Rafi y Gloria, fue un padre literalmente hablando. Jesús, como primogénito de la familia, asumió con tan solo 16 años, un rol decisivo en la conducción y sustento de la familia cuando su padre falleció trágicamente.

El mayor de 7 hermanos, tuvo que superar grandes desafíos y pruebas para guiar y velar por sus hermanos menores.

En la iglesia de Badalona, Jesús se entregó al servicio a Dios y usó sus dones para el engrandecimiento de su obra.

Fiel al servicio del Señor y de la iglesia

Francesc Cuadrat, anciano de iglesia y pionero de nuestra iglesia, lo recuerda como un director de diáconos que fue fundamental en el proceso de adecuación de la iglesia a través del trabajo arduo y dedicado.

Joan Cabarrús, quien se desempeña actualmente como director de la librería de iglesia, también formó parte del equipo de diáconos que, junto a Jesús, fueron acometiendo el sistema de electricidad de la iglesia. Él da testimonio de que cuando se encontraban con un obstáculo, no rehuían la labor y con excelente disposición trabajaban por la obra del Señor.

La ceremonia de despedida fue oficiada por su hermano y pastor Andrés Serrano, y sirvió para dar testimonio público de la fe que profesaba Jesús. A la cita acudieron gran cantidad de amigos y hermanos de la iglesia adventista de Badalona y Barcelona, así como familiares y vecinos.

Un sepelio de esperanza y gratitud

El tanatorio Litoral de San Adriá de Besós, puede ser para la mayoría de las familias que despiden a sus seres queridos, un lugar de tristeza y fatalidad. No obstante, el domingo del sepelio fue un momento de gratitud a Dios por la vida de Jesús Serrano y, sobre todo, por la bendita esperanza del pronto regreso de Cristo y la promesa de la resurrección.

Fue un sepelio con paz y gozo en el Señor, de recuerdos gratos y testimonios que evidenciaron que «papá quetequete», como cariñosamente lo llamaba su hija Arantxa, había vivido en compañía del Señor Jesús, siendo sensible a las necesidades del prójimo y siendo un soldado vigilante de la fe que profesó.

El hombre «más bueno del mundo»

Gloria, su hermana menor, comenta que Dios la ama tanto que le asigno dos padres, porque su hermano Jesús fue un padre a tiempo y fuera de tiempo.

Añadió: «Mi hermano para mí fue como un padre, con muchísimo amor, respeto y dándome buenos consejos y valores para andar por el mundo. Él nunca nos consintió una crítica hacia nadie. El amor al prójimo era incondicional. Yo siempre decía que mi hermano era el hombre más bueno del mundo»

Rafi, otra de las hermanas, añadió que a pesar de la tragedia de la pérdida de su padre, su hermano Jesús tuvo un temple y aguante tan heroico, que ellos (todos los hermanos) nunca se sintieron huérfanos, y recuerda lo cariñoso, paciente y servicial que era.

«He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida» (2ª de Timoteo 4:7-8)

Nos veremos junto al río, estimado hermano.

Autor: Amenothep Zambrano, responsable de comunicaciones y corresponsal de la Revista Adventista de España, en la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Badalona.

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