
Un grupo de hermanos de la iglesia, después del culto, nos acompañaron a la montaña para llevar a cabo la ceremonia bautismal.
Damos gracias a Dios, porque durante el trayecto en coche hacia el lugar del bautismo empezó a llover suavemente, pero en el momento de llevar a cabo el hermoso bautismo, nos respetó la lluvia y paró de llover.
También agradecer a Dios, porque a pesar de un verano poco lluvioso, había suficiente agua para realizar la ceremonia.

El pastor Felix Valtueña leyó los votos bautismales y nuestro amigo y hermano los aceptó con la manifestación de alegría de los hermanos de la congregación. Luego se llevó a cabo el bautismo donde cantamos varios himnos y oramos por nuestro nuevo hermano en Cristo Jesús.
Damos gracias al Señor
Agradecemos al Señor, por la oportunidad de, cada año, acudir a este bonito lugar para disfrutar de estos momentos inolvidables y llevar a cabo la ceremonia más bonita y entrañable, que es el bautismo (Mateo 28: 18-20).
Y damos gracias también por Su cuidado aún en los más mínimos detalles: Después del cariño de los hermanos, manifestado en cantos y oraciones, pudimos compartir una comida ligera. Curiosamente, justo después de finalizado el bautismo y coger los coches empezó a llover de nuevo y llovió durante un día y medio sin prácticamente parar. ¡Dios es maravilloso!, nos hizo un paréntesis en la climatología, pudiendo disfrutar de la ceremonia con un agradable tiempo de paz celestial.
Que Dios siga bendiciendo a la iglesia de Vic con nuevas almas que, como James, conozcan a Cristo Jesús y se entreguen a Él. Que puedan esparcir, y ser, una luz. Brillemos en nuestro medio, para dar gloria a Dios y acelerar la segunda venida de Cristo.
Autor: Felix Valtueña, pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
Fotos: Eva Domínguez.
Fotos: Eva Domínguez.
Gloria al Dios de Abraham, Isaac y Jacob porque fue un milagro cuando paró la lluvia y pudimos celebrar el Bautismo. Fue como si Josué orara y el sol se detuviera y el sol se quedara quieto.
¡Qué hermoso debe haber sido! Es realmente precioso cuando vemos obrar al Señor. Gracias por compartirlo, Bernardo. Bendiciones.