Un año más, en la iglesia adventista de Barakaldo, hemos tenido el privilegio de cerrar un ejercicio del Club de Exploradores y de abrir otro.
Como no podía ser de otra manera, lo celebramos por todo lo alto junto con nuestra iglesia con un programa de sábado completo. Lo llamamos «Sábado Explorer». Ese día, todo el programa estuvo a cargo del Club de Exploradores.
Sábado por la mañana
Por la mañana, arrancamos motores con un entretenido Kahoot con toda la iglesia. Niños y mayores aprendimos mucho sobre la vida de José, el personaje bíblico del camporé de este año. Nuestros niños del club partían con ventaja, pues ese personaje ya se lo habían estudiado. De este modo, fue mucho más enriquecedor porque pudieron ayudar a los mayores a recordar pequeños detalles de la vida de José.
Tras este Kahoot, tuvimos un servicio especial de culto, con canciones, historias y varias reflexiones. Pudimos recordar todo lo aprendido en este año por medio de historias reales de la actualidad, que nos recuerdan que Dios siempre ha estado y sigue al control.
Posteriormente, tuvo lugar el acto de investidura, donde en primer lugar, dimos gracias a Dios por habernos permitido aprender y hacer tantas cosas con nuestros niños. Por supuesto, también les entregamos sus especialidades que con tanto esfuerzo han conseguido este año.
Fue un momento muy emotivo, tuvimos que despedir a algunos de nuestros «niños» porque terminan el club (se nos hacen mayores) y otros entran a formar parte de esta gran familia.
Sábado por la tarde
Por la tarde, iniciamos el nuevo ejercicio dando la bienvenida a siete nuevos exploradores de todas las edades, así como a un gran grupo de nuevos monitores. Se trataba de los aspirantes a Guía Mayor, que este año se implican de manera activa en el funcionamiento de club. Algo que agradecemos enormemente, pues como muchos sabéis, esta labor con los niños requiere de mucha atención.
Cada grado fue presentado junto con su monitor y oficialmente presentado a la iglesia. Finalmente, pudimos disfrutar de una merendola por todo lo alto.
Una enorme responsabilidad
No quisiera pasar por alto la responsabilidad que nos es confiada como iglesia con la educación de nuestros jóvenes y niños:
«Como iglesia, como individuos, si queremos estar sin culpa en el juicio, debemos hacer esfuerzos más generosos para la educación de nuestros jóvenes, a fin de que puedan estar mejor preparados para las diversas ramas de la gran obra confiada a nuestras manos. Debemos trazar planes sabios, para que las mentes ingeniosas de los que tienen talentos puedan ser fortalecidas y disciplinadas de la manera más refinada, a fin de que la obra de Cristo no sea impedida por falta de obreros hábiles, que harán su obra con fervor y fidelidad». (Elena G. de White, Consejos para los Maestros, cap- 21)
En la Biblia, concretamente en el libro de Joel 1:3 nos insta a hacer lo siguiente:
«Contadlo a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la siguiente generación».
Tenemos muchas oportunidades de contar la experiencia del evangelio a nuestros jóvenes y niños, de pasarles el testigo que el Señor nos ha confiado y de transmitirles los grandes y pequeños milagros que Dios obra en nuestras vidas. No dudemos nunca en aprovechar cada una de estas oportunidades que se nos presente. Amén.
Autora: Thais Ribera, comunicaciones de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Barakaldo.
Imágenes: Óscar Calero