Esta familia es afgana, y su experiencia durante su viaje para salvar sus vidas ha sido lamentable.
Se han dado cuenta de que no todas las personas quieren ayudar a los refugiados. Algunos los ven como una oportunidad para hacer dinero fácil. Tan pronto como esta familia de refugiados salió de su casa para tratar de coger un autobús hasta la frontera serbo-croata, comprobaron que la población local trataba de engañarlos para que pagaran más por el viaje de lo que debían pagar.
No tenían dinero para ello, se estaba haciendo tarde y estaban agotados. ADRA les ayudó a encontrar información sobre dónde podían dormir. La mujer y los niños llegaron a su destino y se alojaron con Save the Children, en lugar seguro. El marido y padres de los niños se quedó tranquilo al ver que su familia estaba a salvo.
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