El pasado 26 de noviembre de 2023, con 88 años, nos dejó la hermana Francisca Agustí Calzada, más conocida por todos como Paquita Agustí.
Una mujer cariñosa, emprendedora, luchadora y de oración, que el Señor empleó en gran manera en la predicación del evangelio allí donde se encontraba, y especialmente en su pueblo natal, Aitona, provincia de Lérida.
Su padre Ricardo Agustí estuvo solo como adventista durante 25 años en su pueblo de 1.900 habitantes. No era un hombre muy hablador, pero era fiel a sus principios. A los 65 años enfermó de cáncer y su hija, Paquita, estuvo velándolo durante todo 1 mes, y ella leía cada noche la Biblia de su padre, que tenía en la mesita de noche. Finalmente, su padre murió. Podía parecer que la única luz que había en Aitona se había apagado. Pero el Espíritu Santo tocó el corazón de Paquita y se dio cuenta, durante ese tiempo, que la gran esperanza en la venida de Jesús, que se llevaba su padre a la tumba, era más importante que lo que dejaba atrás.
Paquita y el inicio de la iglesia de Aitona
Así fue como aceptó Paquita el evangelio. Y un 31 de octubre de 1969 se bautizó, junto a su madre Everilda, en la iglesia de Lleida (Lérida). Una pequeña luz se volvía a encender en este pequeño pueblo de la comarca del Segriá. Después de 40 años de congregarse en la iglesia de Lleida, Paquita, junto al pastor José Peiró, y por la dirección del Espíritu Santo, inauguraban una pequeña iglesia de 40 miembros en Aitona. Ese día, Paquita lloró recordando a su padre.
Ahora ella descansa con la fe firme y segura de saber que un día, cuando Jesús vuelva, podrá contárselo… «He lluitat la bona batalla, he acabat la carrera, he guardat la fe. D’altra banda, m’està guardada la corona de justicia que em donarà el Senyor, el Jutge just en aquel dia i no només a mi, sinó també a tots aquells que estimen la seva vinguda». (2ª Timoteu 4:7-8) // «He luchado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. Por otra parte, me está guardada la corona de justicia que me dará el Señor, el Juez justo en ese día y no solo a mí, sino también a todos aquellos que aman su venida». (2ª de Timoteo 4:7-8).
Autora: Dámaris Nevado, secretaria de la iglesia adventista de Aitona.