El 14 de febrero se celebra el Día del Amor y la Amistad, y el 15 del mismo mes el Campus Adventista de Sagunto (CAS) ofreció la obra de teatro «Rut». Una representación que ya escenificó en el camporee 2024. Para conocer mejor todos los detalles, hemos hablado con su directora, Noemí Durán.
Entrevista
• ¿Qué te inspiró a dirigir Rut y cómo nació la idea de esta producción?
La propuesta de hacer una obra de teatro sobre el personaje bíblico protagonista del camporee nacional de exploradores salió del director de la Juventud Adventista de España (JAE), Jonathan Bosqued. Él tomó la idea de los camporees internacionales de Estados Unidos, en los que se dramatiza la vida del personaje a lo largo del evento, una parte cada noche. En 2023 hicimos una obra sobre José, y la obra «Rut» ha sido la segunda, y se representó en junio de 2024 en Soria.
• ¿Quién escribió el guion y cómo le contactasteis?
El guion lo escribió Isaac Martín. Contactamos con él porque hace unos años escribió el guion del Belén Viviente del CAS e hizo un trabajo excelente. Isaac es un gran escritor, pero lo que más me gusta de sus textos es que se documenta profundamente, tanto en la Biblia como en los escritos de Elena de White, por lo que sus historias mantienen una esencia bíblica muy marcada, y a la vez, son frescas, con un vocabulario actual y toques de humor que las hacen muy atractivas para todos los públicos.
• ¿Cuáles fueron los mayores desafíos al llevar a escena esta historia bíblica?
Rut es una historia corta, pero en la que ocurren muchas cosas (migraciones, bodas, funerales…), y que tiene una gran carga emocional.
Los constantes cambios de decorado y vestuario son un desafío logístico, y los cambios de ambiente, de superdramático a alegre, e incluso cómico en algunos momentos, también suponen un desafío para que el público lo sienta de forma natural. Una dificultad añadida es que, para evitar problemas de sonido en una carpa con más de 2000 personas, todo el audio de la obra está grabado y los actores tienen que sincronizar perfectamente el movimiento de sus labios con lo que suena en cada momento. Eso es muy complicado.
• El montaje se presentó en el Camporee de Exploradores 2024 y luego se volvió a hacer en Sagunto. ¿Cómo evolucionó la obra entre ambas presentaciones?
La obra se preparó para el camporee y después se representó en Sagunto sin apenas cambios. Como la obra original tiene 3 actos preparados para representarse en días diferentes, en Sagunto la representamos en momentos distintos del mismo día: sábado por la mañana y por la tarde, con descansos que nos permitían cambiar de decorados y vestuario. La dificultad mayor fue adaptar los decorados porque el escenario del camporee era mucho más grande, de 15 metros de ancho. Otra diferencia es que en el camporee teníamos decorados digitales que se proyectaban en una pantalla gigante situada en el centro del escenario y en el CAS no tenemos esa posibilidad, así que proyectamos las imágenes en las pantallas laterales.
• ¿Cómo se diseñaron los decorados y el vestuario para reflejar la época bíblica?
En la medida de lo posible, siempre intentamos documentarnos sobre cómo eran los vestidos, las ciudades y las casas de la época bíblica, y ser lo más fieles posible, pero hay cosas que no se saben, y ahí usamos un poco la imaginación. Por ejemplo, no encontramos información sobre como eran las casas en Moab, por lo que le dimos un aspecto como del norte de África, con la idea de diferenciarlo de la casa de Belén y que diera la sensación de una cultura «extranjera».
• ¿Cuánto tiempo tomó la preparación y ensayos de la obra?
Una producción de esta envergadura requiere mucho tiempo. Se empezó a principios de 2024, escribir el guion costó varias semanas y después empezamos con las grabaciones, que requirieron unas diez sesiones de grabación de varias horas, y muchas horas de montaje posterior. Los dos últimos meses antes de la obra los dedicamos a los ensayos y decorados. También hubo que escribir las canciones, buscar las músicas para la banda sonora, diseñar los decorados digitales y hacer el montaje final de audio con los textos, la música y los efectos de sonido.
• ¿Cómo ha sido la respuesta del público en ambas funciones?
Fabulosa. En el camporee, tanto los niños como los monitores se emocionaron con la obra y lo mismo sucedió en el CAS, donde pudimos ver lágrimas en muchas personas en algunos momentos.
• ¿Qué mensaje esperas que el público se lleve después de ver Rut?
En primer lugar, creo que la obra refleja muy bien la idea de que los personajes bíblicos eran personas reales que vivían muchas de las mismas problemáticas que nos afectan hoy en día: pobreza, decisiones difíciles, enfermedad, muerte, soledad… y que no eran perfectos y tenían sus dudas y sus caídas y, sin embargo, si se aferraban a Dios y confiaban en Él, encontraban la salida y las respuestas que necesitaban. Esperamos que la obra nos enseñe, que nosotros podemos hacer lo mismo.
Por otro lado, y no quiero hacer espóiler para aquellas personas que aún no la han visto, la obra empieza y termina de una manera sorprendente porque aunque es sobre Rut, aparecen otros personajes. Ese es también un mensaje importante que queremos transmitir: que en la Biblia, todo está conectado, y que hay un centro y un propósito en todas las historias, que no debemos olvidar: transmitirnos cómo es Dios, lo mucho que nos quiere, y lo que ha hecho por nosotros.
• ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con los actores y el equipo técnico?
Increíble. La mayoría de los actores eran pioneros, adolescentes, y ha sido un honor trabajar con ellos. La ilusión que han puesto en el proyecto, la responsabilidad que han demostrado y la excelencia en todas sus participaciones han superado mis expectativas. Y eso que ambas representaciones han coincidido con épocas de exámenes en las que estaban muy ocupados y estresados. Y el resto del equipo, también maravilloso, hemos hecho una gran piña y todo el mundo ha hecho un trabajo excepcional.
• ¿Hubo algún momento especial o anécdota detrás de escena que recuerdes con cariño?
Ha habido varias escenas memorables, por diferentes razones. Las escenas dramáticas, cuando muere Elimelec y después Malhon y Quelión, fueron especialmente complicadas, tanto de grabar como de representar, porque eran muy intensas. Íngrid, que hace de Noemí, siempre acababa llorando de verdad, por lo que intentamos ensayarlas lo menos posible, para no hacérselo pasar tan mal.
Las escenas románticas también costaron lo suyo. Siempre pasa cuando los actores no son pareja en la vida real. Pero al final los dos protagonistas, Ruth y Samuel, que hacen de Rut y Booz, consiguieron hacerlas de manera tan tierna y natural que enamoraron al público en las dos representaciones.
Por último, aunque toda la obra es maravillosa, si tuviera que escoger una escena sería la última canción, interpretada por Isma, Lisa y David. Es absolutamente conmovedora y después de haberla visto innumerables veces, aún me pone la carne de gallina. Lo mismo les pasó a los actores la primera vez que la vieron, y creo que a todo el público.
• ¿Hay planes para volver a presentar la obra en el futuro o llevarla a otros lugares? ¿Cómo puede solicitarse?
Nos hubiera encantado aprovecharla más, por todo el esfuerzo y la inversión económica y de tiempo que ha llevado. Por eso decidimos hacerla en el CAS. El problema para llevarla a más lugares es que la mayoría de los actores son estudiantes de Bachillerato que a final de curso tienen que presentarse a las pruebas de acceso a la universidad y en verano volverán a sus casas en diferentes lugares de España. Así que va a ser complicado poder volver a representarla.
• ¿Podemos verla en YouTube?
Por supuesto. Aquí tienes la obra completa grabada en la representación del CAS. Cada vídeo corresponde a uno de los 3 actos:
Autora: Esther Azón, teóloga y comunicadora. Redactora y coeditora de revista.adventista.es
Fotografías de Carolina Valdés Uribe.