El sábado 13 de julio, los jóvenes de Badalona y Mataró programaron una tarde de evangelismo, misión y testimonio en la playa, fuera del recinto eclesiástico. La actividad, organizada por los departamentos de jóvenes de ambas iglesias, contó con la participación de casi 40 personas entre niños, jóvenes y adultos. El lugar fue la orilla de la playa de Badalona, cerca del paseo marítimo, una zona de alto tránsito peatonal y esparcimiento.
Fue un momento especial de gratitud al Señor a través de la alabanza, la oración y la lectura de la Palabra. La intención era expresar y dar testimonio de nuestra fe y agradecimiento a Dios por su misericordia y bondades diarias.
El grupo, bastante nutrido, se volvió por momentos un coro que cantaba a viva voz «Quiero cantar una linda canción a un hombre que me transformo. Quiero cantar una linda canción a aquel que mi vida cambio. Es mi amigo Jesús. Es mi amigo más fiel. Él es Dios, Él es rey. Es amor y verdad. Solo en Él encontré esa paz que busqué. Solo en Él encontré la felicidad».
La pastora Lourdes Estalayo abrió la Palabra de Dios y extrajo enseñanzas sobre los dones y talentos que recibimos de Dios y los verdaderos principios que debemos cultivar y preservar para guiarnos como discípulos de Jesús en esta sociedad tan superflua.
Destacaba la pastora que la referencia de nuestra vida deber ser imitar a Jesús, el mundo construye modelos alrededor de patrones de antivalores y lo «normal» es ir con la corriente. Pero un cristiano está llamado a vivir según los principios celestiales como son: la humildad, el amor, la paciencia, o la benignidad, entre otros. Añadió que el gozo y la paz, basados en la esperanza de Jesús y su pronto regreso, deja pálido cualquier logro o triunfo mundanal.
Dinámicas y canciones
La tarde continuó con dinámicas bíblicas y retos que pusieron a prueba el conocimiento de los asistentes sobre las Escrituras. Después, seguimos con los cantos de alabanza juveniles, como: «He decidido seguir a Cristo; he decidido seguir a Cristo; he decidido seguir a Cristo. No vuelvo atrás, no vuelvo atrás».
La brisa de la playa ayudaba a que el canto se esparciera y se escuchara a lo lejos. Y seguimos cantando, acompañados por instrumentos sencillos y fáciles de transportar como el ukelele, el cajón, o las maracas, canciones como: «Por nuestro Señor, unidos en verdad, le adoramos con fervor. Gozo da vivir, unidos por la fe, siempre Jesús nos guiará».
Cantamos, oramos, compartimos, reímos y disfrutamos de nuestro «sábado delicia». Naturaleza, fraternidad, y Dios como nuestro motivo y centro de nuestra vida.
Otro canto: «Cristo Moriste en una cruz, resucitaste con poder, perdona mis pecados hoy, sé tu mi Dios y salvador, Cambiame y hazme otra vez, ayúdame a serte fiel». Y antes de terminar entonamos: «Al final de la semana, la alegría que me da, el estar con mis hermanos en este bello lugar. Enlacemos nuestras manos, para juntos alabar el nombre de Jesucristo, nuestro amigo más leal. ¡Feliz Semana!
¡Que se repita!
Autor: Amenothep Zambrano, responsable de comunicaciones y corresponsal de la Revista Adventista de España, en la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Badalona.