La profecía bíblica es fundamental para nuestra identidad y misión. La profecía provee un mecanismo interno y externo para confirmar la exactitud de la Palabra de Dios. Jesús dijo: “Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis” (Juan 14:29; ver además Juan 13:19). La pregunta esencial es: ¿Cómo interpretar la profecía correctamente para saber cuándo se ha cumplido?
Durante la Reforma, los reformadores siguieron el método historicista. Este método es el mismo que usaron Daniel y Juan como la clave para su interpretación. El método historicista considera que la profecía tiene un cumplimiento progresivo y continuo en la historia, que comienza en el pasado y termina con el Reino eterno de Dios.
Esta semana, estudiaremos los pilares de la interpretación profética historicista. “Hemos de ver en la historia el cumplimiento de la profecía, estudiar las intervenciones de la Providencia en los grandes movimientos de reforma y entender la progresión de los eventos que culminan en la reunión de las naciones para la última batalla del gran conflicto” (TI 8:321).
PARA MEMORIZAR: “Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado” (Dan. 8:14).
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Daniel 2:27-45; Juan 14:29; Números 14:34; Daniel 7:1-25; 8:14; 1 Corintios 10:1-13.