El muro de Jerusalén estaba terminado. Con la colocación de las puertas, los israelitas, bajo el liderazgo de Nehemías, habían completado así la tarea principal. Cuando se terminó el muro, las naciones circundantes estaban asombradas y reconocieron “que por nuestro Dios había sido hecha esta obra” (Neh. 6:16 ( CB ) ). Los enemigos se dieron cuenta de que el Dios de Israel era real porque, a pesar de la increíble oposición y el odio que sufrieron los israelitas, aun así habían completado la obra que se habían propuesto.
Después de completar el muro, Nehemías nombró a un gobernador de Jerusalén (su hermano Hanani) y a un líder de la fortaleza (Hananías).
Ambos hombres fueron elegidos sobre la base de su integridad, confiabilidad y reverencia hacia Dios (Neh. 7:2 ( CB ) ), no por su genealogía.
Los siguientes capítulos de Nehemías (Neh. 8-10 ( CB ) describen una serie importante de acontecimientos en el mes de Tishri, el séptimo mes (Neh. 8:2 ( CB ) ). En estos versículos podemos ver ejemplos de cuán decididos estaban los hijos de Israel a obedecer la Palabra de Dios y cómo se regocijaban en ella.
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Nehemías 8:1–8; Deuteronomio 31:9–13; Mateo 17:5; Hechos 8:26–38; Nehemías 8:9–12; Levítico 23:39–43.