Bajo el título de “¡Levántate, resplandece! …porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. (Isaías 60:1)” se nos emplazó a las directoras (y también a toda persona que estuviese interesada y deseosa de conocer y colaborar con el ministerio) en el CAM, Entrepeñas, del 24 al 26 de noviembre, al primer encuentro nacional convocado por nuestra directora actual Amalia Reta.
Asistimos un total de 94 mujeres, 25 de las cuales eran delegadas, venidas de toda la geografía española, incluidas las islas, y contamos también con la grata presencia de 16 varones. Las iglesias representadas fueron 28 en total.
Nuestra directora, en esta su primera presentación en público, con la energía y la cordialidad que la caracterizan, nos transmitió todo su cariño y su apoyo a la par que nos ofrecía un amplio abanico de proyectos y de material para llevar a cabo nuestra misión, poniendo a nuestro alcance detallada información acerca del ministerio, encaminado a cumplir los tres grandes objetivos que persigue: nutrir, empoderar y alcanzar a las mujeres, para la gloria y honra de nuestro Dios, para su propio gozo, crecimiento y realización y para el beneficio de los que las rodean. Contamos también con la colaboración de su esposo, Martín, a quien agradecimos mucho su presencia a pesar de estar pasando por un momento en el que su salud física se resentía. Esperamos que ya esté totalmente restablecido.
Repartidos a lo largo del completo fin de semana, gozamos de interesantes reflexiones espirituales (gracias Lina Rusu, Josefina Hurtado y María Estebanell), enriquecedores seminarios y de la siempre reveladora escuela sabática (gracias, pastor Luís Alberto Fernández ), además de un completo informe de las diferentes directoras (gracias a todas por vuestras aportaciones) y del Ministerio EUD que nos presentó nuestra querida hermana Denise Hochstrasser, con cuya presencia incondicional habíamos contado hasta ahora y a la que tuvimos la oportunidad de despedir, no sin cierta nostalgia, puesto que en breves meses pasará a la jubilación. A todos los presentes nos obsequió con una pulsera de un llamativo color naranja o con un fular del mismo color a las delegadas, instándonos así a convertir el día 25 de cada mes en un “Día Naranja”: un día para actuar a favor de generar conciencia y prevenir la violencia contra mujeres y niñas. En su predicación del sábado y basándose en el texto de Josué 24: 14-15 nos motivó a todas a ser Mujeres en Ministerio, pertenecientes a ese 70% de la feligresía mundial, (en España, un 83% de ella) que leen, estudian y enseñan el Evangelio, que brillan para Cristo porque gozan de su compañía y de una relación personal con el Maestro, alumbrando el camino hacia Él, convertidas por su poder en gozosa bendición y sanidad. Mujeres con el santo cometido de no sólo nutrir sino también de empoderar a otras mujeres para que también desarrollen su ministerio en sus casas, iglesias y comunidades.
Denise vino acompañada de su esposo, quien también se declaró un enamorado de este ministerio, de nuestro país y cómo no, del CAM. Esperamos que puedan seguir visitándonos y que la bendición del Señor los acompañe igualmente en esta nueva etapa de sus vidas.
En la apretada agenda dispusimos también de un espacio para tratar los temas que se eligieron para debate y se nos presentó como novedad a las integrantes del comité consultivo del que dispone el Ministerio, quedando pendiente la presentación de las coordinadoras de zona. Deseo mencionar especialmente las indicaciones que se nos dieron acerca de lo que, desde nuestro ministerio, podemos y no podemos hacer para combatir la violencia de género (gracias Maite Lavado por tu trabajo). Y cómo no, desde aquí quiero también agradecer a Corina el que compartiese valientemente su poderoso e impactante testimonio personal con toda la audiencia, brindándonos así una nueva oportunidad de glorificar a nuestro Dios al recordarnos que Su brazo no se ha acortado para salvar.
Y no quiero finalizar sin dar las gracias a la dirección y a todo el equipo que nos atendió en el CAM por sus esfuerzos y su preocupación a fin de ofrecernos un servicio tan cariñoso, cordial y exquisito. Y como no, muchas gracias a nuestra directora Amalia por todo el esfuerzo que le supuso la preparación del evento, por sus presentaciones y también por todo el cariño, ánimo y apoyo que nos ofreció, simbolizados en la preciosa rosa con que nos obsequió a todas las delegadas al final del encuentro. Esperamos y oramos para que el Señor la siga dirigiendo y nos ofrezca pronto la posibilidad de volvernos a reunir, esta vez con talleres de trabajo, para que todas juntas, llenas del Espíritu Santo, podamos servir para conseguir una iglesia más receptiva. Mientras tanto, Dios mediante, tenemos una cita pendiente del 21 al 23 de septiembre en el Congreso Hispano-Luso. ¡No podemos faltar!