Llegó el mes de junio y ya se comienza a desvanecer. En España se celebra el día 1, que fue sábado, los Días de las Madres y los Padres y que curiosamente coincidió con la celebración del Día Mundial de los Arrecifes y el Día Mundial de la Leche. Y es que en los 30 días que dura este mes encontraremos 88 Días especiales, de muy diversa índole (por ejemplo y especialmente interesante para los amantes de los animales, el martes 4 fue el Día de abrazar a tu Gato y el sábado 22 será el Día de llevar tu Perro al Trabajo), y entre los que cabe destacar el viernes 21 que coincidirá con el solsticio de verano y el domingo 23 que será la célebre Noche de San Juan.
En lo que a la mujer respecta quiero destacar el Día Internacional de la Trabajadora Sexual, el Día internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, el Día internacional de las Viudas y el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería. Sin embargo, hay más.
Desde el Ministerio de la Mujer y a nivel mundial, la Conferencia General también ha reservado un sábado especial, el 8 de junio, como el Día del Énfasis en el Ministerio de la Mujer (DEMM). Y este año, el tema es «El Dios que te ve», escrito por Edith Ruiz-Espinoza, directora de Ministerio de la Mujer de la División Interamericana.
¿Y por qué ha elegido esta temática? Porque es de rabiosa actualidad.
Cambios y necesidades
Somos conscientes de que este mundo está cambiando rápidamente en los últimos años. Parece que cualquiera puede saberlo todo y entrometerse en nuestra intimidad: se conocen los lugares que visitamos en línea, los lugares que visitamos en persona o en nuestros automóviles, nuestras preferencias en el supermercado tampoco pasan desapercibidas nuestras donaciones caritativas. Incluso nuestros propios teléfonos móviles rastrean cada uno de nuestros movimientos y elecciones. Más aún, los publicistas cuentan con que la inteligencia artificial sepa más sobre nosotros que nosotros mismos. Pero lo cierto es que ni la inteligencia artificial ni los algoritmos pueden medir, predecir o satisfacer las necesidades espirituales de nuestros corazones.
El ritmo de vida que llevamos nos estresa en lugar de aliviarnos. Nuestras vidas son tan apresuradas que nos limitamos a tratar de cubrir las necesidades más urgentes. Tanta información, tanto por hacer, nos aturde. Nos pasamos la vida mirando, pero sin ver realmente. ¿Te has preguntado si realmente vemos lo que deberíamos ver? ¿Somos conscientes de cuánto nos pasa desapercibido? ¿Por qué tenemos la sensación en ocasiones de que realmente nadie nos ve, que solo se ve lo que hacemos o dejamos de hacer, pero que como personas pasamos totalmente desapercibidas? ¿Tenemos consciencia de ver a las demás personas?
Un mundo en crisis
Nadie se extrañará si digo que vivimos en un mundo que está en crisis y que nos lleva a enfrentar muchas situaciones difíciles. La falta de valores, de empatía y de amor en el mundo muchas veces nos impide percibir las impresiones que recibimos, nos impide ver las muchas necesidades de otras personas y, especialmente, y por qué no decirlo, la de muchas mujeres en crisis.
Aquí van algunos datos que justifican la declaración anterior. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que el 70% de los afectados por la hambruna mundial son mujeres y que el 5.9% de las mujeres en el mundo experimentan desesperación. Si comparamos este porcentaje con el 3.2% de los hombres, notaremos que equivale a casi el doble de mujeres que sufren de depresión y desesperación que de hombres. Hay una dolorosa realidad que nos pasa desapercibida y es la de que muchas mujeres experimentan la sensación de que nadie las ama, de que nadie se preocupa realmente por ellas y son conscientes de que pasan desapercibidas como personas, como si nadie las viera realmente, como si lo único importante fuese su productividad.
Sermón y taller complementario
Por eso el sermón preparado para ese día (o para cuando se tenga la oportunidad de presentarlo) nos recuerda a unas y a otros que Dios sí que nos mira y sí que nos ve, aunque estemos vagando por los «desiertos»de nuestras vidas. Nos ve en el dolor de los sueños y las relaciones perdidas y en nuestra vergüenza cuando hemos fallado. Nos da la bendita seguridad de que no sucede nada que a Dios le pase desapercibido, que no se dé cuenta. Porque Él es «El Dios que te ve». El Dios que nos “sigue” y que está atento a nuestras necesidades. El que ve todo lo que sufrimos y todo lo que pasamos. El que sabe todo lo que somos y todo lo que llegaremos a ser confiando únicamente en su fuerza.
Por eso el taller que se ha preparado como complemento, «La niña de sus ojos», nos muestra siete maneras en las que Dios nos cuida de manera especial.
Desde el Ministerio de la Mujer es nuestra oración y nuestro deseo el que veas cómo Dios te cuida y qué cerca está de ti. Que te detengas en medio del ajetreo de tu día a día y prestes atención a Dios obrando en tu vida y que mantengas tus ojos enfocados en Él. Que puedas, en ese sábado o cuando sea, celebrar la magnanimidad y el gran amor del Dios en el que has creído y que lo hagas con seguridad y alegría, a pesar de las circunstancias que te esté tocando vivir.
Autora: Mercedes Martínez Bou, responsable del Ministerio de la Mujer de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.