El 28 de enero de 2017 pasará a la memoria de la historia de la Iglesia Adventista porque ese día quedó dedicado el nuevo templo en la ciudad de Cornellà de Llobregat. Atrás quedan varios meses de obras y preparación, también los recuerdos de la querida iglesia en L’Hospitalet de Llobregat. Pero lo importante no son los ladrillos, sino las personas, y el deseo que tienen todos los que forman parte de la membresía de la iglesia de compartir la esperanza de la pronta venida del Señor.
Desde el programa de Escuela Sabática, en el que se estudia por clases según edades la lección bíblica trimestral, – que este trimeste versa acerca del Espíritu Santo -, todos, grandes y pequeños, estuvieron involucrados en las diferentes partes del programa. Se contó con la presencia de varios invitados de otras iglesias cercanas e incluso algunas personas que otrora fueron miembros de la iglesia.
El servicio de adoración a cargo del pastor Jesús Calvo, fue inspirador, pues recordó a todos las claves para ser servidores de Cristo. Al llegar el momento de la entrega de la Biblia y la oración de dedicación, la emoción se palpaba en el ambiente. Fue muy especial que todos los presentes, juntos, prometieran hacer del nuevo templo un lugar de refugio para todos aquellos que vengan a encontrarse con el Señor.
Al finalizar el acto solemne se pasó por otro momento especial donde se realizó una sesión de fotos, y eso a más de uno le hizo recordar la historia de sus vidas y cómo el Señor les ha cuidado desde siempre.
Por la tarde se continuó con la programación planificada. Con la participación del pastor Jarib Sánchez, se recordaron hechos históricos de la denominación adventista en Cataluña y también de la historia de la iglesia local. El coro de la iglesia alabó al Señor y también hubo momentos de testimonio y varias participaciones musicales más. Según el sentir de todos los reunidos, fue una tarde muy especial.
Ninguno de los participantes podrá olvidar este momento, ni todo el apoyo recibido de las oficinas de la Unión Adventista Española y de las iglesias de la zona. Todos los planes que tenian los organizadores en mente, el Señor los ha hecho realidad con creces y, aunque aún hay objetivos que alcanzar, todos están seguros de que, con la ayuda de Dios, se conseguirán.
Termino con un deseo que todos los que hemos participado en este evento tenemos: “Que el Señor bendiga a cada iglesia, a cada grupo, a cada creyente para que mantengamos nuestra esperanza viva”.
Agradecemos de manera especial a todos los hermanos que han colaborado para hacer realidad este proyecto: a los miembros del consejo de iglesia, a la comisión de obras y al pastor Jónatan Dolçet.