El 12 de abril de 2025, ofrecimos, en la Iglesia Adventista de Reus, un concierto abierto al público para dar a conocer al Jesús que nos presenta la Biblia. Con este concierto pretendíamos recordar la importancia que para el ser humano tiene la figura de Cristo.
El coro de la Iglesia, junto con solistas y pianistas, transmitieron la Esperanza (sí, así, con mayúscula) que puede llenar los corazones de nuestra sociedad de perspectiva y futuro. Desde las promesas mesiánicas de Isaías hasta la tierra nueva, hemos mostrado su ministerio e intercesión en favor del ser humano. Para quienes gustéis de la música, podéis acceder a la grabación del concierto aquí:
Emoción y reflexión
Al terminar el concierto, los invitados recibieron un recuerdo en forma del libro Pasión y Vida. Todos ellos nos manifestaron su emoción al escuchar de esta esperanza y algunos nos pidieron seguir en contacto con nosotros. También quienes en su día aceptamos a Jesús en nuestras vidas, reafirmamos esa decisión y agradecimiento a nuestro salvador. Le damos las gracias por permitirnos colaborar en esta labor objetivo final del Plan de salvación divino.
Y es que cualquier ocasión puede ser útil para contactar con alguien que necesita el consuelo y la esperanza que nos ofrece Jesús.
Según una afirmación que he consultado en un artículo de internet, «la desesperanza es el sentimiento de no encontrar alternativas de solución ante una determinada situación o de no tener expectativas de futuro y que frecuentemente se acompaña de la ausencia de un sentimiento de trascendencia, siendo el estado de ánimo que predomina previo a la tentativa o al acto suicida».
Siendo que el cristianismo nos ofrece una solución coherente y firme en la que estar esperanzados, nos parece extraño que la gran mayoría de nuestros conciudadanos no le haga caso.
Aprovechemos festividades como Semana Santa
Las ocasiones que nos brinda la cultura, como las fechas de Semana Santa, son ideales para invitar a nuestros amigos, familiares, compañeros, conocidos a conocer esta esperanza y reflexionar en ella.
Aunque Jesús ha marcado un antes y un después en la historia de la humanidad, pocos recuerdan hoy la trascendencia de esta persona singular. ¿Fue solo una gran figura histórica? ¿Se limitó a añadir otras normas de vida a las presentadas por los grandes filósofos?
Aunque las fechas de Semana Santa nacieron como recuerdo de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, hoy han ido perdiendo esa intencionalidad, quedando en nuestro calendario como unos cortos días de vacaciones. Tal vez es el momento de devolverles su sentido original.
Autor: Jordi Abad, corresponsal de revista.adventista.es en la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Reus.
Fotos de Esther Rodríguez.