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El rey Belsasar de Babilonia organizó una gran fiesta. En medio de todo el jolgorio, se produjo un acontecimiento que puso fin de inmediato a todas las festividades. Apareció una mano misteriosa y, con letras de fuego, escribió un mensaje escalofriante en la pared del palacio del rey. De repente, la multitud de la fiesta enmudece. Están atónitos. Mientras observan, una mano aparece, sale de la nada y comienza a escribir con letras ardientes en la pared. La gente observa atónita cómo la escritura va formando palabras poco a poco. Pero nadie puede leer el mensaje, por lo que nadie sabe lo que significa.

Entonces Daniel lee e interpreta lo escrito en la pared.

Estas son las interpretaciones de cada palabra: MENE: Dios ha contado tu reino, y lo ha acabado. TEKEL: Has sido pesado en la balanza, y has sido hallado falto. PERES: Tu reino ha sido dividido, y entregado a los Medos y a los Persas. (Daniel 5: 26-28).

Esa misma noche, 12 de octubre de 539 a.C., mientras Belsasar y sus amigos estaban de fiesta, el enemigo atacó. Los historiadores antiguos, Heródoto y Jenofonte, registran que el río estaba bajo después del caluroso verano, y los invasores hábilmente lo bajaron aún más, desviando parte del agua. Los soldados persas vadearon la corriente, que ahora les llegaba hasta las rodillas. Cuando llegaron a las poderosas puertas del río, las encontraron desprotegidas y abiertas.

Tal como la profecía de Isaías había predicho casi 200 años antes, Ciro tomó la ciudad de Babilonia sin apenas luchar. Y esa misma noche, el rey Belsasar perdió su vida y su reino. No es de extrañar que cuando Daniel se presentó por primera vez ante el rey ebrio, no se molestara con el saludo habitual para el rey, Oh rey vive para siempre. Cuando Daniel leyó la escritura en la pared, supo que el rey moriría en poco tiempo, y eso fue lo que sucedió. He aquí el relato bíblico: «Aquella misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos. Y Darío el medo tomó el reino, siendo de sesenta y dos años». (Daniel 5: 30-31).

El reino de Babilonia llegó a su fin esa misma noche. Belsasar fue el último de los monarcas babilonios. Un nuevo rey Darío, el medo, sube al trono. El historiador griego Jenofonte confirma la afirmación bíblica y nos cuenta por qué murió Belsasar.

En un viaje de caza años antes, Nabonido, rey principal de Babilonia, había matado al hijo de Gobryas, que ahora era el gobernador de las tropas que derrocaron la ciudad aquella fatídica noche. En venganza por la muerte de su hijo, Gobryas mató al hijo de Nabonido, Belsasar. Poco después, Ciro el Grande condujo a su ejército por las calles de Babilonia, donde fueron recibidos por multitudes jubilosas que agradecían haber acabado con la tiranía del reino caído.

Darío el Medo gobernó la ciudad durante poco más de un año, hasta su muerte, y entonces Ciro se convirtió en el rey de los medos y los persas, tal como había predicho la profecía bíblica.

VER LA SERIE DE DANIEL:

0 Daniel (Un verdadero superhéroe): https://youtu.be/UIibJuzYEbo
1 Daniel (El cautivo): https://youtu.be/pST6hZm0zFc
2 Daniel (La mano que guía el futuro): https://youtu.be/3oKoDbXcj-A
3 Daniel (Fe en las llamas): https://youtu.be/fSZeRfDJMFM
4 Daniel (El rey que comió hierba): https://youtu.be/Hn5uqn2F-F4

🍿 PRÓXIMO ESTRENO: 06 abril 2023

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Revista Adventista de España