Pasamos la tarde con un lindo programa. Cada detalle expresaba mucho amor, y disfrutamos de la presencia del pastor Óscar.
Agradecemos a nuestro buen Dios por la oportunidad de presentar este testimonio público de bautismo. Grandes y pequeños vivimos una tarde muy emotiva recordando siempre que el Señor anhela hacer grandes cosas por nosotros. Nos quedamos con el hermoso mensaje: Contemplar y meditar en Cristo, todos los días, es la única forma de llegar a parecernos a Él.
La pequeña Adriana estaba exultante de felicidad por su pacto de amor con el Señor. La pluma inspirada habla a favor del bautismo de niños, a partir de una edad prudente y sabiamente instruídos, según su carácter y madurez espiritual. Los niños también pueden experimentar el milagro de la conversión, y por ende el bautismo. Precisamente la misma Elena G. White declara que, siendo aún una niña, tuvo la maravillosa experiencia de la conversión y fue bautizada.
Que el Señor bendiga a nuestra querida Adriana y nos dé, a su familia y a nuestra iglesia, el donde reflejar para ella el carácter de Jesús, así como la sabiduría y la dirección del Espíritu Santo para amarla, acompañarla y guiarla en las huellas de Cristo.
Autora: Ana María Arce, corresponsal de la Revista Adventista en la iglesia de Badajoz.