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Una marcha inesperada

En el año 2015, el Consejo ejecutivo de la UAE, tomó la decisión de vender una de sus instituciones, Granovita. Fue con dolor que se tomó esta decisión, que fue efectiva el 20 de agosto de 2015.

Desde sus inicios, 32 años antes, Granovita sirvió a la iglesia en el campo de la salud, ofreciendo una alimentación sana y natural. Son muchas las iglesias que contaron con su colaboración a través donativos económicos o con productos alimenticios para ayudar en campañas de evangelización, cursos de salud y de cocina, Expo Salud y un gran número de etcéteras donde podríamos incluir la construcción de la iglesia de Sagunto, la adaptación de la iglesia de Teruel, así como aportaciones a distintos templos de nuestra geografía. Han sido muchas las colaboraciones con distintos departamentos de la UAE: JAE, La Voz de la Esperanza, Ministerio Personal, Salud, entre otros. Por todo ello, damos gracias a Dios por las bendiciones recibidas sin las cuales no se hubiera podido realizar.

Pero llegó el año 2015 y los acontecimientos se sucedieron rápidamente. La empresa que adquirió el Fondo de Comercio de la empresa hermana en Alemania y en Inglaterra adquirió la marca Granovita y, con ella, todas la fórmulas de los productos entre los cuales estaban los que se fabricaban en España. Muy pronto llegó la oferta de compra de nuestra institución. A pesar de que fue rechazada frontalmente en su primer intento, la realidad de la situación en la que iba a quedar Granovita (perdería inmediatamente el 90% de su fabricación y el 60% de sus ventas totales, entrando en pérdidas y con la necesidad de despedir al menos a la mitad del personal), hizo reflexionar a su Consejo Directivo hasta proponer al Consejo Ejecutivo de la UAE que vendiera.

Como decíamos antes, fue con dolor que se tomó esta decisión. No obstante, las condiciones de la venta fueron favorables a nuestra iglesia, no únicamente en el precio de la transacción, sino también en la continuidad en la empresa de todos los empleados y el compromiso de respetarles su elección de guardar el sábado como día de reposo.

Hoy, a pesar de que Granovita ya no es propiedad de la Iglesia Adventista, sigue sirviendo a las iglesias a través de los productos ALVIME, con la misma calidad de siempre y a los mismos precios especiales, para que sus miembros puedan tener una alternativa en su alimentación. Además, está receptiva a propuestas de ayudas en campañas especiales de salud y alimentación, allí donde se consuman los alimentos ALVIME.

Sin duda, nuestro Dios es magnífico reconduciendo situaciones y utilizando instituciones y obreros para el avance de su obra. Estamos seguros de que, a pesar de que hemos tenido que decir adiós a una institución querida por todos, el Señor seguirá bendiciendo a su iglesia y cambiará la bendición de Granovita por bendiciones todavía mucho mayores.

Revista Adventista de España