Escribir un artículo que resuma lo que fue este último encuentro del Ministerio de la Mujer no es tarea fácil. Poder condensar todo lo que significó este evento que congregó y permitió un espacio y un lugar para la convivencia y el crecimiento a personas de tan diversas nacionalidades como la rumana, española, brasileña, ecuatoriana, salvadoreña y dominicana entre otras es casi imposible. Imagino que os haréis cargo. Aún así voy a intentar pintaros aunque sea muy someramente algo de lo que allí vivimos. Antes que nada mi agradecimiento a nuestra directora Simona Anca y a Mercedes Hamed Fernández por haber sumado sus esfuerzos y habernos presentado su trabajo de modo tan exquisito y entrañable.
Para empezar, usaré profusamente tonos de azul, de verde y tonalidades arcillosas para describir el entorno. No pudieron encontrar un lugar más especial que reuniese tantas condiciones ideales: estancias confortables para el hospedaje y el desarrollo de las diversas actividades, comedor delicadamente preparado para servir un menú abundante que hizo las delicias de los comensales, un personal que nos trató con exquisita cordialidad y todo ello enmarcado en un paraje natural bellísimo. Estamos hablando del Centro de Actividades Múltiples en Entrepeñas.
Añadiré ahora unas pinceladas de gris. Tengo que reconocer que tal vez desplazarse hasta allí desde ciertas zonas de nuestra geografía no sea demasiado cómodo .Tal vez esa sea la razón por la que no hubo mucha variedad de iglesias representadas. A pesar de ello Alicante, Castellón, Córdoba, Huesca, Madrid, Valencia, Toledo, Vigo y Zaragoza se hicieron presentes a través de hermanas que con su entusiasmo, su entrega y su buen hacer marcaron la diferencia: es así como a la paleta de pintor se le sumaron explosivos tonos de amarillos, rojos, turquesas, anaranjados y violáceos.
Toda la gama de dorados y plateados hacen su aparición en este momento cuando recuerdo el programa que se llevó a cabo. Fueron varios los departamentos que participaron y que nos proporcionaron experiencias y emociones de todos los tipos. ¡Cómo no agradecer a Isabel Rodríguez y a Lina Rusu, estudiantes del SAE por su intenso y personal mensaje el sábado por la mañana, en los momentos del culto! Ni siquiera el estar en tiempo de exámenes pudo apagar su entusiasmo y se desplazaron hasta allí para ofrecernos lo mejor de sí mismas. Y qué decir de Taida, que nos brindó la oportunidad de abrir nuestros horizontes, ofreciéndonos la posibilidad de comunicarnos como ellos lo hacen con los que no nos oyen, al traer a un grupo de jóvenes sordos que se desplazaron desde las iglesias de Zaragoza, Valencia y Vigo.
De agradecer y de aplauso fue también la variedad de talleres que se nos ofreció tanto el sábado de tarde como el domingo: Olga Calonge que presentó “Grupos de acción en la calle” ; una servidora que animó a “dirigir Estudios Bíblicos”; Ester Malaxechevarría que nos habló de “Salud: la medicina que aprueba el Señor”; Simona Anca con “¿Por qué lo llaman Amor?” ; además de talleres eminentemente prácticos como el “Rincón de Oración” que presentaron Estera Coman y Lina Rusu; “Manualidades con propósito” de Menueleta Butoiy Simona Anca; “La importancia de pedir ayuda” de Ana Dumitrascu y “Siéntete bien” un talle físico-práctico donde Estrella Chicaiza alivió con sus manos no pocas espaldas…Tuvimos también un apartado de “Atención y ayuda psicológica individual” atendido por Geanina Preda e Ingrid Bel y no faltó tampoco respuesta a la inquietante pregunta de ”Cómo formar un equipo MM”, respondida adecuadamente por nuestra directora Simona. ¡Hasta los niños que asistieron tuvieron su tiempo especial de la mano de Mariana Moisa que les impartió su “Primer curso de cocina”! Sin olvidar tampoco el estupendo paseo bajo las estrellas del sábado por la noche por el que nos encaminó la siempre alegre y dispuesta Ester.
Mención especial se merece, por decirlo así, el taller que presentó nuestro entrañable pastor Javier Moliner “Un ministerio vis a vis”, donde resaltó la importancia y dedicación del trabajo de voluntariado en las cárceles de cuya muestra se trajo un botón. Porque he dejado para el final el nombrar el momento más emotivo, más significativo y más entrañable, el que tal vez mejor ejemplificase el tema de este encuentro ”Un corazón renovado”, por ser donde se produjo la mayor explosión de color y de vitalidad y por llevar la firma del Supremo Autor de todas las transformaciones: el bautismo de Concepción. Ninguno de los que estuvimos presentes olvidaremos fácilmente la profunda impresión que nos produjo ver a nuestra querida hermana sumergiéndose libremente en las aguas del estanque, después de haber escuchado su testimonio de cómo el Señor se le había presentado para romper sus cadenas, estando en prisión como todavía está. Sus palabras y este supremo momento fueron captados por las cámaras de Antena 3 y retransmitido al resto de país en su momento.
Quisiera dar gracias una vez más a nuestro poderoso y amante Dios por habernos acompañado y por haber sido el motivo y la razón de nuestro encuentro.
Y también pedirle que en su fidelidad siga contando con todas sus hijas y todos sus hijos para hacer crecer su Reino, mientras nos prepara para recibirlo, porque su regreso está más cercano que el día en que creímos.
Ya solo me resta gozarme en Él por la existencia de este Ministerio de la Mujer que hace posible que en nuestras iglesias, el trabajo y la labor callada, constante y esmerada y, en ocasiones tristemente valorada de nuestras hermanas, marquen la diferencia.