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El sábado 4 de octubre de 2025, el Ministerio de la Mujer de la iglesia de Habla Portuguesa Madrid realizó una programación de adoración a Dios con el tema «Vasijas de Barro, llenas de agua viva. La fuerza de escuchar y acompañar en la misión».

Entre los varios invitados que había, destacamos a la hermana Julia Avilés, que nos compartió su experiencia en la misión, y la hermana Anabella, que tuvo una participación en la predicación con el pastor Eliseo de Brito, coordinador del Ministerio de Prisiones.

Algunos voluntarios de diferentes iglesias del distrito Madrid participaron del programa. Ellos están involucrados en el ministerio de prisiones y hacen visitas a internas/os de diferentes centros penitenciarios. Son ellos: Abel, Danusa, David, Estera, Joaquina, Michele, Nati, Omaria, Sara y Wilma.

Todo el día fue una promoción del proyecto del Ministerio de la Mujer «Libertas», que ya viene actuando desde 2023. La iglesia recibió un llamado para involucrarse en este proyecto, para ser testigo de la verdadera libertad que se encuentra en Jesús.

El proyecto Libertas

Este proyecto nació en el corazón del Ministerio de la Mujer en el año 2023, y aunque el equipo cambie cada año, sigue con la misma misión.

Hoy, bajo la dirección de Luciane Gamero y su equipo —Aline Montes, Claudia Helaine, Damares Espindola, Danusa Espindola y la anciana Hilda Espindola—, comienzan el año eclesiástico promocionando y motivando a la iglesia a participar en esta misión de atención y cuidados a las mujeres encarceladas.

El objetivo es ofrecer atención espiritual a estas mujeres privadas de la libertad, compartir la esperanza en Jesús, fortalecer la fe para ganar las batallas de la vida y desarrollar el amor de Dios para encontrar la paz verdadera.

La pertinencia del proyecto responde a una demanda de un grupo específico de mujeres, necesitadas de atención y apoyo espiritual, que están alejadas de la convivencia de nuestra sociedad.

Vasijas de barro, llenas de agua viva

La expresión «Vasijas de barro, llenas de agua viva» evoca la fragilidad humana y la plenitud divina. En 2ª de Corintios 4:7, Pablo nos recuerda que somos vasijas de barro, para que el poder de Dios se manifieste en nuestras vidas, no por nuestra fuerza, sino por su gracia.

El agua viva, en Juan 4, nos hace reflexionar sobre el agua que quita la sed espiritual. Jesús explica a la mujer que esta agua es diferente del agua física; es un don que sacia la sed y promueve la vida eterna. Por esta razón, el Ministerio de la Mujer, junto con nuestro coordinador, el pastor Eliseo, motiva a la iglesia a comprometerse a compartir con estas mujeres esta fuente de agua viva, los cambios que se viven cuando llenamos nuestras vidas con esta agua que es Jesucristo. Porque la verdadera libertad es tener a Cristo como nuestro Salvador. Él es quien llena el vacío del alma y transforma la vida de quienes lo reciben.

La fuerza de escuchar y acompañar en la misión

Es muy importante resaltar la empatía en nuestras interacciones, especialmente al acoger a estas personas privadas de la libertad. Al escuchar sus historias y estar presentes en sus vidas, podemos construir puentes de comprensión y amor.

Como ha resaltado uno de los voluntarios en sus palabras, citando una parte de una conocida oración:

«Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz.
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Si hay ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Si hay error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Oh, Maestro, haz que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender; ser amado, como amar».

Nuestra misión se convierte en un acto transformador, donde el acompañamiento es un poderoso medio para fomentar la paz y la esperanza en un mundo que a menudo carece de ambas. Así, al ofrecer apoyo genuino, contribuimos a la sanación de estas personas en la sociedad.

El Ministerio promueve una mirada hacia fuera de las paredes de la iglesia, a mujeres encarceladas, llevando lejos el amor de Dios, donde se cree que no hay esperanza. Enseña a estas personas que la verdadera libertad se encuentra en Cristo.

Gracias a Dios y a todo el equipo

El Ministerio de la Mujer y su equipo extienden su gratitud al pastor de la iglesia Adventista de Habla Portuguesa, Igor Domingos, por su apoyo y atención con el proyecto.

Al pastor Eliseo de Brito —coordinador del Ministerio de Prisiones— por su acompañamiento y disposición.

A los líderes del Ministerio de Prisiones: Abel, Anabella, Danusa, David, Estera, Joaquina, Julia, Michele, Nati, Omaria, Sara y Wilma, que con mucho gusto aceptaron participar en este día de promoción del proyecto a la iglesia.

Pero lo más importante de todo es la gratitud a Dios por permitirnos ser el medio utilizado para llevar el agua de vida a quienes tienen sed.

Que el Espíritu Santo pueda capacitar a cada hermano dispuesto, al equipo, a los líderes  y a los pastores para llevar a Jesús. Y, como agua en el desierto, cumplir la voluntad de Dios.

Autora: Alessandra da Silva Oliveira, corresponsal de revista.adventista.es en la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Madrid-Portuguesa.

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