El grupo de Portugalete (Vizcaya) realizó una salida, el pasado 1 de noviembre de 2024, al cementerio de su ciudad. Su objetivo era repartir esperanza a través del reparto de más de 70 libros misioneros (El conflicto de los Siglos, El camino a Cristo o El Deseado de todas las gentes, etc.), entre las personas que se acercaban hasta allí para llorar a sus muertos.
Los hermanos repartieron más de 70 libros misioneros desde primera hora de la mañana, de ese día 1 de noviembre, Día de Todos los Santos. Los voluntarios los entregaban a las personas que se acercaba a llevar flores a las tumbas de sus seres queridos.
También ofrecieron abrazos y acompañaron en oración, con cariño, a todo aquel que así lo deseaba.
El Día de Todos los Santos, en España
El Día de Todos los Santos, es una festividad católica con un fuerte componente cultural y emocional, ya que se aprovecha para recordar y rendir homenaje a los seres queridos fallecidos.
En la religión católica, mayoritaria en España, es costumbre visitar los cementerios para limpiar y adornar las tumbas de familiares con flores, especialmente crisantemos, que simbolizan respeto y recuerdo. Es un acto de amor y de conexión con los que ya no están. Los parientes vivos pasan en el cementerio tiempo recordando a sus difuntos. En muchas regiones, también se colocan velas, además de las flores.
En las iglesias católicas, celebran misas solemnes en honor a los santos y a las almas de los difuntos. Una tradición basada más en la tradición que en la Biblia, dado que la Palabra de Dios afirma que los muertos no tienen consciencia (Eclesiastés 9:5-6 o Salmo 146:4, por ejemplo), y que Dios volverá para llevarse a los suyos con Él en el momento de la Segunda Venida (1 Tesalonicenses 4:16-17 o Juan 14:2-3). No hay santos en la Biblia (Romanos 3:10), ni es posible que vayan a ningún lado o intercedan ante Dios (Eclesiastés 9:10). El único intercesor entre Dios y los hombres que reconoce la Biblia es Jesús (1 Timoteo 2:5; Hechos 4:12; Hebreos 7:25; Juan 14:6).
Todos merecemos el consuelo y la esperanza que la Biblia ofrece, y saber que Cristo viene pronto y el dolor tocará a su fin. Oramos para que los libros repartidos puedan tocar los corazones de cada una de las personas que los recibió.
Autora: Maddy Enescu, responsable de Comunicaciones de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Barakaldo.