Del 8 al 10 de noviembre tuvo lugar la Convención nacional anual del Ministerio de la Mujer que bajo el lema «Cuidadas por Él» congregó a 160 personas en el Centro de Actividades Múltiples de Entrepeñas.
Este año contamos con la presencia de Dagmar Dorn, directora del ministerio de nuestra División, quien a través de personajes bíblicos femeninos logró exaltar a Jesús y tocar los corazones y las mentes de los presentes.
Los cinco talleres que se ofrecieron, centrados en la importancia del cuidado físico, emocional, social y espiritual, despertaron el interés de los participantes y fueron de bendición.
El toque creativo estuvo a cargo del taller presentado por la academia de Arte CampusArt (del Campus Adventista de Sagunto).
Finalmente, un grupo de hermanas de habla portuguesa de Sagunto fue el encargado de dirigir la alabanza.
Ofrenda especial por la DANA, y agradecimientos
El pesar y la tristeza por la catástrofe provocada por las consecuencias de la DANA se hizo patente en nuestra convención «Cuidadas por Él», y cristalizó en una generosa ofrenda que se destinó íntegramente para la ayuda humanitaria, canalizada a través de ADRA España.
El equipo del Ministerio de la Mujer agradece profundamente al Señor, a la administración del CAM y a su personal por su cariño y cuidado durante la convención. También a las mujeres que, voluntariamente, ofrecieron la formación. Y, por supuesto, a todas las personas que asistieron a este fin de semana tan especial, de intensa comunión con El Señor, en un ambiente de cordialidad y diálogo.
Jesús nos cuida
«Cristo jamás despreció una palabra de verdadero arrepentimiento. Por más que el pecado haya degradado a la mujer, por más que haya sido menospreciada por el mundo, Él la mira con piedad y ternura. El propósito de Cristo es elevar al alma más degradada y purificarla hasta que llegue a reflejar la imagen de Su gloria. Él reprocha el pecado, pero no aleja al pecador arrepentido. Su vida fue una constante protesta contra el pecado, pero siempre mostró amor a los pecadores. Cualquier mujer que quisiera acudir a Él con fe era recibida con ternura infinita».
(Elena de White, El Deseado de todas las gentes, página 501).
«Jesús conocía las cargas de toda madre. Aquel que hizo el corazón de la mujer conocía sus perplejidades y pesares. Él ayudó a la madre a sobrellevar sus responsabilidades y en sus días de agotamiento y cuidado la animó. En todos los días oscuros de prueba y desánimo, cuando no se vea ningún camino de escape, Jesús está cerca. Él sabe lo que necesita una madre. Su gracia basta para cada madre que confía en Él».
(Elena de White, El Deseado de todas las gentes, página 469).
Sin lugar a dudas, vivimos «Cuidadas por Él».
Autora: Mercedes Martínez Bou, directora del Ministerio de la Mujer de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.