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ADRA España termina su trabajo solidario, para con las víctimas del terremoto de Marruecos, con la entrega de llaves de 54 nuevos refugios temporales.

El sábado 13 de abril fue una jornada festiva en la aldea marroquí de Imi Noguerzi, situada en la cordillera del Atlas y a tan solo 15 kilómetros del epicentro del terremoto del pasado 8 de septiembre. Ese sábado, con la entrega de los últimos 54 refugios temporales construidos por ADRA en colaboración con la organización local Al-Ofoq, quedará marcado como el día en los habitantes de Imi Noguerzi volvieron a recuperar parte de su antigua normalidad.

Las consecuencias del temblor fueron devastadoras en esta aldea. Casi todas las edificaciones de Imi Noguerzi quedaron en estado de ruina y todos sus habitantes han pasado el invierno en tiendas de campaña con apenas lo más básico.

El testimonio de Fatmi

A sus 88 años, Fatmi fue una de las personas más veteranas de la aldea en poder recibir las llaves de su nueva casa, que lo será temporalmente hasta que Marruecos ordene el trabajo de reconstrucción total del municipio.

El día del terremoto, salvó su vida junto a su hijo de 61 años. «Estuvimos mucho tiempo viviendo fuera de casa, sin agua, sin luz, sin ropa y sin nada», explica. «Los primeros 15 días fueron muy difíciles, pero hubo mucha solidaridad por parte del pueblo marroquí y de otras ONGs». El espacio que ocupaba su antigua casa es ahora un solar vacío.

Emocionada con su nueva casa, Fatmi se muestra muy agradecida a ADRA por su trabajo y por esta nueva oportunidad para empezar de nuevo tras el terremoto.

La historia de Abdul

De pie, ante lo que queda de su antigua casa, completamente inhabitable, la historia de Abdul es parecida a la de otros tantos supervivientes del terremoto. Aquel día estaba celebrando con un centenar de vecinos el nacimiento de un nuevo niño en la aldea, cuando todo comenzó a temblar. «La experiencia fue terrible», recuerda.

«Sucedió todo de repente. Todo estaba bien y, de un momento a otro, todo tembló, se oyó un fuerte ruido… Y después de eso el problema no fueron los 15 ó 20 segundos que duró el terremoto. El problema es toda la destrucción que ha causado, los muertos, los desplazados… La vida ha cambiado por completo», añade.

Durante siete meses, Abdul y su hermana han vivido en una tienda de plástico que no les ha permitido aislarse del frío del invierno. Ahora, las 54 casas de carácter temporal construidas por ADRA ponen fin a este problema. Situadas en la zona más alta del municipio, cada una de las casas mide 32 metros cuadrados y cuenta con cocina, chimenea para calentar los espacios, baños comunitarios y zonas de juego para los más pequeños.

Siete meses de trabajo en Marruecos

Con esta entrega de llaves, ADRA ha puesto punto final a siete meses de trabajo en Marruecos en estrecha colaboración con la organización Al-Ofoq, sin ánimo de lucro. Su presidente, Bouker Bennani, destaca el compromiso de ADRA con la calidad de las construcciones. «ADRA se podría haber conformado con construir casas de 10 metros cuadrados y marcharse a otro sitio, pero no lo hicieron», explica. «ADRA no hace eso. Hay personas que van a vivir aquí durante dos o tres años y ADRA quiere darles lo mejor: casas de 32 metros, con duchas, agua, cocinas, zonas de juego para niños, medidas de seguridad, etc.», asegura.

El coordinador en Marruecos de ADRA España, Daniel Abad, destaca por su parte el empeño de ADRA en dotar de calidad y confort a los nuevos refugios recién construidos. «Queremos que las casas sean casas de calidad y que la gente pueda estar contenta. Que el tiempo que puedan usar estas casas lo hagan con una calidad de vida significativa y, además, que las casas puedan seguir siendo útiles para la sociedad marroquí en el futuro». El objetivo es que, cuando dejen de utilizarse como refugio temporal, las casas puedan servir para acoger cooperativas artesanales y otros negocios que mejoren la economía local de la aldea.

La ceremonia de entrega de llaves reunió a los aproximadamente 200 personas que viven en Imi Noguerzi. El equipo de ADRA España estuvo formado por Daniel Abad y Marta Ayuso, junto a Anduriña Martínez, en representación del patronato de ADRA España. Por parte de la organización local Al-Ofoq, estuvo su presidente, Bouker Bennani.

Reparto de ganado

En febrero, el equipo de ADRA España también coordinó dos nuevas entregas de ganado caprino para las poblaciones bereberes de la zona. En total, 375 ejemplares fueron repartidos entre 75 familias que perdieron su actividad ganadera por culpa del terremoto. Cada uno de los pastores beneficiarios recibió cinco ejemplares de ganado (un macho y cuatro hembras) y 160 kilos de alfalfa y forraje con los que podrán alimentar al ganado durante dos meses.

Este proyecto ha sido financiado por ADRA Internacional, ADRA Alemania, ADRA Japón, ADRA Francia, ADRA Chequia, ADRA Austria, ADRA Nueva Zelanda, ADRA Finlandia, ADRA Italia, ADRA Reino Unido, ADRA España, ADRA Unión Oriente Medio y África Norte y el Ayuntamiento de Teruel.

Autora: Olga Calonge, directora de ADRA España.

Revista Adventista de España